Después de más de 40 años de abandono, el esqueleto de edificio en San José y Florida comenzó a ser demolido. El predio en el que se encuentra fue entregado a la Federación Uruguaya de Cooperativas por Ayuda Mutua (Fucvam) por parte de la Intendencia de Montevideo, después de que expropiara el edificio en mayo de 2021
La historia del esqueleto de edificio se remonta a fines de la década de los '70. Fue cuando el empresario argentino Miguel Dayán desembarcó en las calles San José y Florida, casi que en el patio trasero de dos históricos palacios montevideanos –Estévez y Salvo–.
La construcción de este esqueleto quedó trunca. En 1982 quebró la "tablita" y, tras librarse a las reglas de la oferta y demanda del mercado, el precio del dólar se disparó con una brusquedad sin precedentes.
Para quienes habían reservado a crédito su lugar en el edificio se hizo imposible sostener los pagos. Los que ya habían comprado su espacio pasaron a reclamarle resultados, y para el empresario comenzó un círculo vicioso del que nunca logró salir hasta su muerte a mediados de los '90 en Buenos Aires.
Demolición edificio abandonado San José y Florida.
Foto: Leonardo Carreño.
Durante sus años de abandono, el edificio tuvo ocupantes ilegales. Pero justamente los años noventa fueron los más duros. El edificio llegó a convertirse en una especie de refugio para delincuentes. Según narra esta nota de El Observador, para 2021 los vecinos todavía recordaban cómo los ladrones robaban una cartera en la cuadra o en Plaza Independencia y se escabullían en los pisos vacíos del edificio, que daba la espalda al Palacio Estévez y al Salvo. Incluso, les quedaba el recuerdo de un allanamiento de la Policía y la posterior imagen de decenas de carteras y documentos de identidad desperdigados en un subsuelo.
Muchos años después, entre 2017 y 2018 se ubicó una boca de venta de drogas en el edificio. Se desarticuló en el marco de los operativos Mirador coordinados por el entonces director de Convivencia del Ministerio del Interior, Gustavo Leal.
En 2018, el intendente de Montevideo era Daniel Martínez. En ese entonces la comuna envió a la Junta Departamental un proyecto de decreto para comenzar el proceso de expropiación del edificio. El proceso terminó recién en 2022, según informó El País.
Para 2023, la intendencia ya estaba bajo el mando de Carolina Cosse. Fue ella quien, el 28 de noviembre de ese año, anunció que el predio del edificio a ser entregado a la Federación Uruguaya de Cooperativas por Ayuda Mutua (Fucvam).
"Entregamos este predio, con esqueleto de edificio abandonado, a @FUCVAM para la construcción de cooperativa de viviendas nueva", escribió Cosse el 28 de noviembre.
Según la por entonces intendenta, esta acción formaba parte de una serie de medidas para "recuperar inmuebles de interés para proyectos urbanos".