El contador Ricardo Giovio participó este martes de la presentación virtual que hizo Conexión Ganadera, en la que también habló su fundador Pablo Carrasco, luego de que la empresa declarara un pasivo negativo de US$ 250 millones.
Giovio presentó números de la compañía, con el fin de dejar claro a los inversores en qué situación está Conexión Ganadera. El contador aclaró que su trabajo se enfoca en las soluciones posibles para que la empresa salga de la compleja situación financiera que vive.
“Mi vinculación con la empresa es cero. Me contratan para hacer lo que yo pienso”, añadió el experto.
Giovio contó que cuando lo contrataron detectó que había una pérdida de US$ 150 millones, que luego aumentó a US$ 230 millones “porque en ese proceso se encontraron más cosas”.
“Si me preguntan yo diría que esta empresa no es auditable porque sus balances no reflejan la realidad”, agregó tras desmentir que se haya hecho una auditoría en las últimas semanas.
El contador aseguró que el descalabro de la compañía fundada por Carrasco y Gustavo Basso, fallecido en un siniestro de tránsito, implica la caída de “la empresa más grande del país en un rubro y estos son los números más grandes después de la crisis bancaria”.
La principal responsabilidad de los directivos de Conexión Ganadera es “sostener la operativa hasta que llegue el síndico”, luego de que se haga oficial un proceso de concurso de acreedores.
Giovio centró parte de su oratoria en la discusión sobre si el ganado es de todos o de algunos, dado que de ello depende la posibilidad de llegar a acuerdos entre las partes o no. El contador no manifestó su posición, porque entiende que eso es algo que deben hacer los abogados. Actualmente, Conexión Ganadera no designó un defensor que la represente y el experto aclaró que tienen que hacerlo cuanto antes.
“La gente decidió en base al prestigio y antecedentes”, indicó Giovio en referencia a la falta de auditorías y balances contables. “¿Cómo fue el proceso? Igual que siempre. Seguramente inició como un proyecto viable, en un momento se empezó a perder plata, la liquidez pasó a ser el problema principal, ahí ya el negocio no lo miraban tanto y sin haber empezado como un esquema Ponzi terminó en un esquema Ponzi”, apuntó el contador.
Giovio explicó que “todo esquema Ponzi arranca con pagar fijo y recibir variable”. “No hay forma, si uno quiere pagar fijo en base a una actividad variable, si va bien bárbaro, y si va mal termina en un esquema Ponzi. Esto terminó con un esquema Ponzi”, insistió.
Sobre el dinero de los inversores, Giovio contó que parte se depositó en el frigorífico Casablanca y reconoció: “Yo no voy a vestir la novia. La discrecionalidad con la que se manejaba la plata es un problema”.
A su vez, también se invirtieron US$ 15 millones en el frigorífico Bamidal, que era propiedad de Basso. “Se invirtieron US$ 15 millones en un frigorífico que es bovino y en realidad lo que hay son las acciones”, indicó Giovio.
El contador también mostró en su presentación una serie de preguntas frecuentas. “¿Dónde está la plata? Si esto fuera una inversión rentable no dudemos: apropiación indebida. Acá estamos en un negocio que no es rentable y que seguro tiene pérdidas por montos muy significativos. Gran parte del dinero que no está lamentablemente se perdió”, aseguró.
Giovio insistió en que “asegurar renta fija con venta variable es una timba y termina como terminan todas las timbas”.
El contador aseguró que las esposas de Carraco y de Basso tendrán responsabilidad tanto civil como penal, aunque no aplica lo mismo para el resto de los familiares. “El único rol diferente es el de los sucesores”, agregó.
“Lo único que diluye las responsabilidades penales es que se llegue a un acuerdo. Si hay un inversor privado las posibilidades de hacer un reclamo penal desaparecen. Si ustedes hacen un acuerdo privado, que es el mejor acuerdo económico, seguramente pierdan las acciones penales”, sostuvo.