El expolicía y exdirector de la cárcel de Santiago Vázquez (exComcar), Carlos Taroco, quien fue condenado por la Justicia al revelarse su participación en la trama del exsenador Gustavo Penadés, quedó en libertad, según pudo saber El Observador con fuentes del caso.
Tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, Taroco fue condenado en marzo del 2024 a tres años de prisión por reiterados delitos de cohecho calificado, revelación de secreto y asociación para delinquir tras admitir haber colaborado con Penadés en montar la trama que pretendía ponerlo como víctima de una operación para inculparlo en el caso de abuso sexual por el que está preso. A dicha pena se le redujo el tiempo que permaneció en prisión preventiva, desde octubre de 2023 hasta ser condenado.
Además, según informó el periodista Eduardo Preve, la pena del expolicía se redujo en más de un año por trabajar dentro de prisión.
En abril, la Justicia de Fray Bentos, mediante el juez Claudio de León, le negó a Taroco un pedido de libertad anticipada.
La defensa pidió en febrero que su cliente pudiera acceder a este beneficio, dado que llevaba, en ese momento, "más de la mitad de su pena" cumplida y que se trata de un primario absoluto.
Sin embargo, el juez tomó en cuenta un informe técnico para negar la libertad. A su vez, en un documento del Instituto Nacional de Criminología (Inacri) se asegura que Taroco demostró un comportamiento agresivo y controlador contra las víctimas que denunciaron a Penadés.
El exdirector de la cárcel de Santiago Vázquez habló por primera vez del caso en el libro Gustavo Penadés, dos caras de un hombre con poder, escrito por los periodistas Carolina Delisa y Martín Tocar.
Allí, aseguró que lo que hizo no fue un trabajo de investigación sino de "inteligencia" con el que pretendía obtener "semiplena prueba" para denunciar en Fiscalía delitos que estaba convencido cometía Jonathan Mastropierro.
El trabajo de "inteligencia" apuntaba principalmente a este joven —que en 2020 estuvo preso por estafa y que es uno de los denunciantes de Penadés— y, a partir de él, a otras personas involucradas en la denuncia contra el exsenador.
Taroco reclutó a colaboradores para que lo asistieran en la elaboración del diagrama de vínculos, que se muestra en el libro. Para ello se valió del acceso a información policial privilegiada y recursos de la Policía.
Aunque Taroco reconoció su responsabilidad y accedió a firmar un acuerdo abreviado con la Fiscalía (por el que recibió una pena de tres años de cárcel), en la entrevista incluida en el libro insistió en que lo que hizo fue un trabajo de investigación más.