La exmilitante nacionalista Romina Celeste Papasso, que sigue internada en una clínica psiquiátrica de Montevideo porque volvió a manifestar deseos de suicidarse, escribió una carta donde pide que le autoricen "una llamada diaria de 10 minutos" a su padre, madre y abogada porque está "incomunicada hace ya una semana".
La carta, fechada el 21 de mayo, fue publicada por Montevideo Portal. Desde la defensa de Romina Celeste confirmaron a El Observador su contenido y dijeron que es un texto dirigido al juez de Ciudad de la Costa, Bernardo Bueno.
"Esperando una respuesta a la brevedad, ya que tengo autorización médica del centro donde estoy internada. Estoy incomunicada hace ya una semana", escribió la militante.
20240523 - Carta de Romina Celeste Papasso mientras está internada en una clínica psiquiátrica
Foto: Publicada por Montevideo Portal
Papasso fue imputada semanas atrás luego de que se conociera que tramó junto a Paula Díaz la denuncia falsa contra el precandidato frenteamplista Yamandú Orsi. Por ese caso fue imputada –primero sin prisión– por los delitos asociación para delinquir, calumnia y difamación.
En una primera instancia la Justicia había determinado que cumpliera la prisión de forma domiciliaria, pero la fiscal del caso, Sandra Fleitas, apeló la decisión y un Tribunal de Apelaciones finalmente resolvió que fuera trasladada a una cárcel.
Argumentaron que existía un "peligro de fuga manifiesto y latente" ya que había antecedentes de viajes a Buenos Aires, tanto el 20 de octubre de 2021 como el 19 de noviembre de 2023.
Cuando se conoció la decisión del tribunal, la Policía se aprestaba a trasladar a Papasso a una cárcel, pero el padre aseguró que había encontrado a su hija manifestando deseos de ahorcarse minutos antes de que los efectivos llegaran.
Fue trasladada a la Asociación Española, donde se le diagnosticó una crisis nerviosa y se le indicó el traslado a una clínica psiquiátrica.
Como volvió a manifestar deseos de suicidarse, Papasso sigue internada en la clínica de Montevideo.
Está custodiada por grupos de tres policías –una mujer y dos hombres, a recomendación del área de género del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR)– que deben cubrir dos turnos de 12 horas, según supo El Observador. Además se procuró que esos custodios sean físicamente grandes debido a que la mujer mide casi 2 metros y ha expresado amenazas a los policías.
La pericia psiquiátrica ordenada por el juez todavía no fue concretada. Depende de que el Instituto Técnico Forense disponga de un psiquiatra que se traslade al centro Villa Carmen para realizársela.
