En medio de una audiencia de control de acusación, el exmilitar Jorge "Pajarito" Silveira –condenado por 28 homicidios ocurridos en la dictadura– interrumpió al fiscal de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, para acusarlo de querer "vengarse" de las Fuerzas Armadas y pidió retirarse de la sala.
Silveira empezó a inquietarse cuando el fiscal Perciballe estaba leyendo la acusación contra Silveira, Ricardo Medina y José Arab por los crímenes de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, en el marco del Plan Cóndor.
A pesar de los intentos de sus abogados de que no interrumpiera al fiscal, Silveira empezó a levantar la mano para pedir la palabra.
Primero su abogado intentó llevarlo afuera para hablar "un segundo", pero Silveira no quiso. "No, no, yo me quiero retirar", exclamó.
Y se dirigió al juez Emilio Baccelli: "¿Sabe por qué? Yo era capitán, no era general. Y estamos hablando... Y además, perdóneme, ¿sabe lo que siento? Lo que acaba de expresar... Los tupamaros, la Iglesia, los que ultimaron y después cuando habla de Policía (dice) que asesinaron. Hasta las expresiones parece que fueran una venganza hacia la instrucción militar".
Visiblemente alterado, Silveira siguió pidiéndole autorización al juez de que lo dejara retirarse.
"Le pido autorización porque me hace mal psíquicamente y no puedo escuchar esto. Yo nunca estuve en Argentina y tengo que aguantar esta situación... Además, a mí nadie me preparó ni nada por el estilo. Por lo tanto, le pido por favor que me autorice a retirarme", cerró. Y le rogó al juez: "Le pido que me entienda".
Baccelli, sin embargo, le aclaró a Silveira que no iba a ser posible. Le dijo que era su "derecho" escuchar la acusación en su contra que estaba planteando Perciballe, con los argumentos de por qué entiende que fue responsable de varios delitos.
"Es una posición. Luego usted va a tener la posibilidad de escuchar la suya, con el mismo respeto que le pido que usted escuche la posición de su adversario", zanjó.
Finalmente, el abogado de Silveira logró salir a hablar con su cliente por unos segundos, hasta que defensa e imputado volvieron a la sala y la audiencia se retomó.