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22 de junio 2024 - 5:00hs

Cuando tenía 18 años, Jorge Batlle le regaló un ejemplar del liberalismo de Friedrich von Hayek escrito en inglés. Más de cuatro décadas después, y en plena disputa en las elecciones internas del Partido Colorado, Gabriel Gurméndez sigue aferrado a las ideas de ese libro.

El liberal al que algunos de sus correligionarios tildan de “herrerista” quiere bajar el IRPF y la carga regulatoria porque “el país está muy caro”. Pero busca hacerlo con “un estilo bien distinto” al del libertario Javier Milei.

¿De qué depende que haya un nuevo gobierno de la coalición multicolor?

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Solo va a haber una nueva coalición si el Partido Colorado es capaz de crecer y de sumarle a esa nueva coalición. Es una obviedad matemática.

¿En qué sentido?

En la foto de familia de la nueva coalición, e insisto con que sería una “nueva” coalición, el Partido Colorado es quien tiene que acelerar los cambios.

¿Qué impronta le puede ofrecer usted a ese Partido Colorado?

Capacidad de gestión. Conozco el mundo público y también el país real, el que mueve la economía. Tengo la ventaja de haber estado en los dos mundos con una visión aperturista, competitiva, liberal.

Julio María Sanguinetti bromeaba con que usted es el más herrerista de los colorados. ¿Eso puede restarle en la competencia interna colorada?

Integré el gobierno de coalición a pedido del presidente Lacalle Pou, quien me designó por fuera de las cuotas políticas partidarias. Cumplí la gestión con mucha lealtad al votante de la coalición. No es para mí un demérito. Nadie duda que sea colorado. Tengo una militancia de más de 40 años. La hice al lado de Jorge Batlle desde el plebiscito del ‘80.

Carolina Ache, en cambio, dijo ser la única colorada y no rosadita de la puja interna…

No voy a disputar el coloradismo con nadie. Solo puedo decir que no hay más colorado que yo.

Vinculando a serle leal al votante de la coalición, usted insiste en medidas (como la desmonopolización de Ancap) que el propio oficialismo no acordó en esta administración. ¿Por qué volver a intentarlo cuando ya fueron gobierno y no les salió?

Los uruguayos no pueden esperar más por ciertos cambios que hay que hacer. La sensatez es ser más audaces y poner estos temas en marcha. La eliminación del monopolio de Ancap no avanzó en la última coalición por una razón muy sencilla: no formaba parte de los acuerdos de la coalición. Estoy proponiendo dos cosas vinculadas a Ancap: la eliminación del monopolio de Ancap y una liberalización en el mercado doméstico de los combustibles. Había una agenda de gobierno que lamentablemente no se terminó de cumplir.

Usted dice que “Uruguay es un país caro” y propone quitar Estado y regulaciones para abaratar. ¿Tiene certeza de que esa sea la clave?

El problema central para generar oportunidades para los uruguayos pasa por el crecimiento económico y, por lo tanto, por la competitividad del país. En la medida en que este país sea tan caro para la vida, pero también caro para la producción, hay que atacar las razones que llevan a esta situación. Una de ellas es el peso del Estado en términos económicos y su carga tributaria sobre la economía. El otro es una serie de normativas y regulaciones que, en la mayoría de los casos, reducen el nivel de competencia. Se observa en el famoso caso de la pasta de dientes o en los combustibles.

¿Por qué considera que no se pudo concretar esa reducción de Estado durante la actual administración?

Hubo contratiempos importantes como la pandemia, la guerra de Ucrania, la sequía y el la debacle económica argentina que nos pegó por todos lados. Lo segundo es que no había una coincidencia sobre hacer estas cosas. Y, por supuesto, creo que la gestión es muy importante.

¿Y qué le hace pensar que en la próxima coalición, de ser gobierno, sí haya un acuerdo al respecto?

Digo que es una “nueva” coalición porque pasa por ponerse de acuerdo y coincidir, con una agenda distinta.

En su programa insiste con bajar la carga tributaria, en especial el IRPF que es catalogado por los economistas como el impuesto más redistributivo: paga más el que tiene más…

Lo que estamos proponiendo es una reducción de impuestos por 500 millones de dólares, que es lo que creemos que se puede lograr en el escenario actual. Así lo ha señalado mi equipo económico. Para hablar en términos bíblicos, necesitamos que a la economía se le alivie la carga para que se levante y ande. En ese sentido, me resulta sorprendente que soy el único candidato que está poniendo sobre la mesa esa reducción tributaria. Hay que atacar esto, hay que atacar el déficit fiscal que no se logró bajar, hay que atacar el atraso cambiario. El valor del dólar es el síntoma, no es la enfermedad.

Respecto al atraso cambiario, usted se jactó de haber conseguido un trienio de utilidades récord en Antel, pero expresado en dólares. Cuando se mide en pesos, sin embargo, hay una caída…

Use la vara que se use, hicimos historia. Mucho más si se compara con (Carolina) Cosse que estaba casi en el cero punto algo por 100 de margen operativo y nosotros terminamos por arriba del 30.

Se definió como liberal y con la intención de achicar la carga del Estado. ¿Cómo Milei?

Soy Gabriel Gurméndez, no soy Milei. Las ideas, por suerte, no tienen dueños. Desde la década del 60, cuando Jorge Batlle introdujo nuevas formas para cambiar la pisada del pensamiento económico ya se hablaba del liberalismo colorado. Nuestro estilo es bien distinto al de Milei. Valoramos mucho la institucionalidad de los partidos políticos que hacen a nuestra fortaleza democrática. Yo aspiro a ser el que conduce al Uruguay y no a la Argentina. Siempre digo que es muy bueno para el Uruguay que esté Milei. Los Kirchner nos cortaban literalmente los puentes y Milei nos está abriendo las posibilidades de acceso al puerto de Montevideo con el canal de dragado.

Respecto al estilo, uno de los spots más polémicos de la campaña es cuando usted se burla de lo que hacen otros candidatos en redes sociales y dice que lo suyo “va en serio”. ¿Por qué lo hizo?

No estoy cuestionando lo que se hace para llamar la atención, sino que afirmo que la decisión del voto es importante para el futuro y no una cuestión banal.

¿Pero poner carteles en las columnas a baja altura no fue para llamar la atención?

Y la prueba está que estamos hablando de ello y que hay una explosión viral de memes y videos.

El digesto departamental prohíbe los pasacalles a menos de dos metros y medios de altura.

Pero no prohíbe en los carteles columneros. Los pusimos bajos pensando en que esté en la línea de visión del peatón y de los vehículos. Lamentablemente, muchos carteles aparecieron vandalizados, con esvásticas.

¿Esas esvásticas las atribuye al rol que cumplió su antepasado salvando judíos en la Segunda Guerra Mundial?

No. Lo atribuyo al creciente antisemitismo que se vive en Uruguay y al crecimiento de odio que nos cuesta reconocer.

¿Por qué Andrés Ojeda figura primero en las últimas encuestas internas del Partido Colorado?

Estoy en la cancha jugando el partido. No soy relator ni analista. Sí observo una campaña publicitaria muy intensa.

¿Es cuestión de dinero?

Sí, creo que pesa mucho. Mi campaña es más austera. Voy por el lado de las ideas.

¿Le preocupa de dónde sale el dinero que financia esa campaña publicitaria de Ojeda?

Cada uno tiene que dar sus propias explicaciones. En nuestro programa proponemos un capítulo de transparencia que incluye el ataque a la corrupción privada. Incluso queremos desempolvar un proyecto de ley de Pedro Bordaberry sobre el enriquecimiento ilícito. y lo que nosotros tenemos que procurar es lo que pienso que he hecho en mi programa, que es agregar un capítulo entero de transparencia para promover algunos cambios. Algunos ya están en marcha, como se sabe, la financiación de los partidos políticos, pero hemos propuesto avanzar en el tema de corrupción privada.

¿Coincide con que la interna colorada es la que tiene más crispación?

Lo de la crispación lo dicen personas que no tienen experiencia en internas. Se olvidan de las pujas de las 15 y la 14. En las internas hay que marcar diferencias.

¿Las diferencias no acaban dañando a ese Partido Colorado que usted ve clave para que la coalición vuelva a ser gobierno?

Puede ser. El partido ya salió dañado otras veces, pero por falta de liderazgo. El problema del Partido Colorado pasó por el liderazgo fallido de (Ernesto) Talvi. Quiero sacar al Partido Colorado de esa orfandad.

Temas:

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