2 de septiembre 2024
Dólar El Observador | Auspicio BROU Cotizaciones
Compra 39,10 Venta 41,50
3 de agosto 2024 - 5:00hs

La cuadra “gracias a Dios siempre fue tranquila”, poblada por “gente mayor” y “trabajadora”. Mirta Cabral lo dice con propiedad: lleva 47 años en la zona. Los hijos crecidos de las primeras generaciones pasan a saludarla cuando están de visita. “Claro, ¡los vi nacer prácticamente!”. La veterana se jacta de conocer “todo el barrio”, pero tiene claro dónde va a estar cuando caiga la noche: “Ahí ya estoy metida adentro”.

La senda desemboca en un pasaje estrecho que en horarios de entrada y salida escolar se llena de niños que bajan hacia la escuela sobre Leandro Gómez. Del otro lado de ese camino transitado se abren calles como Simón del Pino y Manuel Lavalleja, y sobre el fondo pasa el bulevar Aparicio Saravia. “Ahí abajo es otra historia”, asegura la veterana. Otra vecina de la cuadra lo atestigua: “Acá atrás de noche entran plá, plá, plá, plá, plá, plá”.

La Intendencia de Montevideo (IM) termina de colocar el nuevo foco LED –“artefacto”, en la jerga de los municipales– y suma otro reflector para que, además de la calle barrial, se ilumine el pasaje por el que los niños pasan temprano en la mañana. Trabajan con la corriente encendida para verificar que todo funcione, con cuatro efectivos de la Guardia Republicana al pie de la columna y otra camioneta con inspectores del Servicio de Convivencia Departamental para dar “las garantías” de que no haya “inconvenientes”.

Más noticias
WhatsApp Image 2024-08-02 at 20.14.47.jpeg

En esta media mañana de lunes, como casi todas en la rutina, solo hay amables intercambios de “buenos días” con los pocos vecinos que pasan y una agotadora orquesta de ladridos de perros. Cuadrillas, policías e inspectores no suelen pasar del mediodía en territorio, por prevención y porque a partir de cierta hora el movimiento diario y el ruido de las motos ya hace saber que “están molestando”.

Es parte de la apuesta de la IM para que no quede asentamiento sin iluminación, según anunció la intendenta Carolina Cosse antes de renunciar para la campaña. Como parte de una licitación que venía desde la administración de Daniel Martínez para el recambio de 70 mil luminarias, la comuna lleva instalando otras 2.500 luces nuevas en “más de 80 asentamientos”, según informó la semana pasada ante la Junta Departamental el director de Desarrollo Urbano, Martín Delgado. Ahora le toca el turno a esta cuadra rodeada por los barrios Borro, Nuevo Ellauri y Plácido Ellauri.

El jerarca, que había anunciado que completarían la cobertura en asentamientos para 2023, aclaró que el plazo “no fue posible debido a problemas de seguridad”. Delgado detalló entonces que los barrios Pasaje Aserradero, El Triángulo, Los Reyes, Pasaje Diagonal y Pasaje Bazán “tuvieron que esperar” a que hubiera “un protocolo específico para poder ir a trabajar”.

WhatsApp Image 2024-08-02 at 20.09.27.jpeg
Andrés Fernández,

Andrés Fernández, "El Gallego", responsable del Servicio de Convivencia Departamental

"El Gallego"

“El Gallego” es parte de este nuevo esquema de trabajo. Arquitecto dedicado por muchos años a situaciones de alto voltaje en la ciudad –desde la explosión en un edificio de Villa Biarritz en 2022 a los Operativos Mirador en 2017 para intervenir barrios asediados por ocupaciones narco–, Andrés Fernández está ahora al frente del Servicio de Convivencia Departamental, con 135 inspectores y 145 policías eventuales bajo su égida. “Es el músculo de la intendencia en la calle”, ilustra, con el acento adquirido por haber pasado niñez y adolescencia en Galicia.

“Con la mayor parte de los vecinos no hay problemas con los servicios para dar apoyo o mejorar el entorno”, sostiene “El Gallego”, en una conversación que un vecino interrumpe para saludar y bromear con que “después dicen que la intendencia no hace nada”. “A veces sí hay resistencias por parte de algunos grupos que tienen otros intereses”, cuenta a El Observador.

El prosecretario general de la IM, Daniel González, relató al respecto que “a la gente que se dedica a la venta de drogas no le sirve que haya iluminación, por lo que rompen las luces”. Este jerarca cercano a Cosse dijo a los ediles en la Junta que “es raro que pase un día” sin que hable directamente con el ministro Nicolás Martinelli o el jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elía.

Fuentes del Ministerio del Interior indicaron por su parte a El Observador que incluso recorrieron juntos barrios como el Marconi, Villa Española, Boix y Merino y la Cruz de Carrasco, identificando allí donde la falta de luz hacía todavía más inseguro el entorno. González, de la IM, describió: “Ellos nos refieren los lugares donde precisan que haya iluminación porque la que había se rompió, y nosotros vamos y sustituimos las luminarias rotas. Muchas veces hay que ir a esas zonas con cobertura policial, y hay que ir más de una vez”.

Hace semanas una cuadrilla de Alumbrado recibió insistentes consultas cuando se aprestaban a iluminar tanto el acceso como la salida de un pasaje en medio de un asentamiento.

Ahora en Plácido Ellauri, también se abren numerosos pasajes que impiden el ingreso de cualquier camión o grúa. A ellos solo pueden entrar con escalera, no sin antes despejar las inquietudes de vecinos que temen que estos funcionarios puedan ser de la UTE.

WhatsApp Image 2024-08-02 at 20.00.07.jpeg
Viejas luminarias de la Intendencia de Montevideo y cables colgados de la línea de UTE

Viejas luminarias de la Intendencia de Montevideo y cables colgados de la línea de UTE

Basta levantar la mirada en esta cuadra tranquila para constatar los postes de luz rotos hace años y la cantidad de cables que salen de las viviendas para colgarse de la línea de UTE. La corriente de la intendencia, en cambio, no es la más propicia para ello, porque la energía solo corre en horario nocturno y se corta durante el día.

Tampoco faltan situaciones insólitas como viejas columnas de cemento que la UTE levantó hace años y que hoy están dentro del perímetro –privado– de las casas humildes.

"Redes" de contactos

“El Gallego” cuenta que los funcionarios hacen un “conocimiento” del entorno antes de llegar con los vecinos. Algunos municipales con más años de experiencia ya tienen “muchas redes” de contactos para sondear el ambiente y allanar el camino de ingreso a las zonas más complicadas.

Él es uno de ellos. Si cruza San Martín y baja por Gustavo Volpe llega a la que en 2016 era todavía una escalinata a la que le ponían “barricadas, con heladeras y cocinas tiradas”, según contó él mismo en entrevista con El Observador en 2022. A partir de esa cuadra se abre la Unidad Misiones, un conjunto de viviendas que se hizo célebre por el mote de “Los Palomares” y por los desalojos a punta de pistola. Hoy ya no hay escalones, pero Fernández sigue evocando lo difícil que fue abrirse paso.

“En los territorios es habitual que coloquen como barricadas en los pasajes –con heladeras, chatarras de auto, lavarropas– para evitar que determinado tipo de vehículos circulen. Eso tiene que ver más con la presencia policial”, cuenta el arquitecto. “Lo que nos pasa en forma habitual es que hay algunos puntos donde rompen o bajan las llaves térmicas para que nuestros focos no prendan”, apunta.

“Antiguamente los funcionarios que entraban al territorio para desarrollar tareas para el barrio no tenían ningún tipo de inconveniente. Eso se empezó a complicar”, confiesa “El Gallego”. “Cuando yo quería entrar a un territorio complicado, iba con un asistente social y te abría un montón de puertas. Hoy en día ya no es así. Cada vez se complican más las dinámicas de interacción entre el Estado y la población más conflictuada. Hay grupos que tratan de que el Estado no tenga presencia en el territorio”.

Con las flamantes luminarias LED recién colocadas, la encargada de una verdulería, Rosana, valora que “de noche no se veía nada” y que su hijo por la noche “corría riesgo” de que lo robaran. “Acá rompieron todo para no tener iluminación. Se llevaban cables, te cortaban el teléfono, todo”, reclama esta vecina, que vive hace 15 años en el barrio.

Mirta Cabral, con sus más de cuatro décadas en esta cuadra, recuerda: “Acá hace muchísimos años pusieron focos, pero se rompieron y nunca más lo repusieron. Ya era tierra de nadie, olvidada. Gracias a Dios van a poner luces. Salís y es todo de día, da gusto”.

WhatsApp Video 2024-08-02 at 20.10.20.mp4

La vecina de enfrente ve al arquitecto Fernández y a un encargado de Alumbrado.

–¿Ustedes son de la UTE?

– No, de la intendencia.

–¿Vienen por la calle?

–Venimos a colocar las luminarias.

–Ah, justo me preguntó un vecino si iban a iluminar el pasaje. ¿O sea que por la calle tengo que ir a la intendencia? Ta, voy a ir a llevar firmas.

IM reclama por inseguridad

La situación de seguridad marcó la agenda durante diversas comparecencias de directores de la intendencia en la Junta, tal como consignaron Búsqueda y El País a lo largo de la semana.

La Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeom), por ejemplo, informó que desde enero hay cuadrillas que en “determinadas zonas” como Boix y Merino “no pueden entrar por la inseguridad que existe”.

El director de Tierras y Hábitat, Sebastián Moreno, narró que tuvieron que negociar “con varias empresas que se querían retirar de los contratos (de obras) por haber recibido amenazas”, fuera por mensajes directos a capataces o “peleas en el barrio” que lo hacían inseguro. En “muchos” de ellos, aseguró, el horario normal terminó siendo “más corto”.

Días antes, el prosecretario González informó que en la biblioteca en Casavalle tuvieron que poner vidrios blindados y que la Policía había reforzado el patrullaje. “La Intendencia trabaja mucho y muy bien con el Ministerio del Interior”, garantizó.

Temas:

Bocas de droga Intendencia de Montevideo Alumbrado Ministerio del Interior El Gallego

Seguí leyendo

Te Puede Interesar

Más noticias de Argentina

Más noticias de España

Más noticias de Estados Unidos