La mujer declaró que recibía órdenes por parte del expresidente del fondo, Bruno Bertolio, condenado en un proceso abreviado por los delitos de estafa, asociación para delinquir y asistencia al lavado. La fiscal Gómez dijo que Rey admitió en fiscalía que ella "se limitaba a efectuar las transferencias por los montos que le indicaba Bertolio o una tercera persona que es parte de la investigación que va a continuar en fiscalía".
Los testimonios de los indagados -por el momento son 12 además de los tres condenados e incluida Rey- coinciden en señalar que las órdenes provenían de Laura Alberti, la secretaria de finanzas del Sunca y del Partido Comunista, a quien por ahora el PCU ha dado su respaldo. Alberti no fue mencionada en la audiencia judicial.
Tanto los sindicalistas condenados como otros de los indagados señalaron que el modus operandi de desvío de fondos tenía muchos años y que ya se hacía en la época en la que estaban en el Sunca el hoy senador del PCU Oscar Andrade y el diputado Daniel Diverio.
De la investigación surgió también, según supo El Observador (aunque no fue manejado en la audiencia), que Rey recibía una recompensa por cada transacción que hacía. Para los investigadores, la mujer es “clave” teniendo en cuenta que es la punta de la madeja, dado que a partir de las transferencias que hacía se daban los diversos desvíos de fondos.
La Fiscalía de Delitos Económicos, en colaboración con la Policía, lograron seguir parte de la ruta del dinero que recibió Rey en 2024 como “comisiones”. Los investigadores hacen la salvedad de que seguramente parte de los miles de pesos que llegaron a la cuenta de la funcionaria no estén, porque se pueden haber retirado en efectivo.
El material de la carpeta de Fiscalía, al que tuvo acceso El Observador, indica que Rey realizó transacciones a través de una cuenta de Mercado Pago. La mujer no hacía operaciones a través de esa cuenta, pero sí tenía asociadas tarjetas de crédito y débito, y utilizaba la plataforma tanto para pagar en Uruguay como en el exterior.
En total, durante 2024, Rey gastó $ 513.764 que salieron de las transferencias hechas por el Fosvoc. De ese monto, gastó $ 115.508 en comida para mascotas comprada en Mundo Canino. Esta operación se repite 19 veces en el correr del último año.
La comida para mascotas fue la transacción más cara que hizo Rey con la plata del fondo, pero cuando se observa producto por producto el más costoso que compró fue una heladera Enxuta por $ 23.521, en segundo lugar figura una laptop Vostro de $ 22.641, un iPhone 12 Mini por $ 21.139 y un lavavajillas ($ 17.604), un colchón de dos plazas ($ 16.160) y un juego de comedor de cuatro sillas ($ 13.632).
En el resto de la planilla que tiene la Policía aparecen diferentes accesorios para celulares, como forros, cargadores para dispositivos Apple, varias compras en el shopping Plaza Italia, un audífono para una personas con “pérdida auditiva severa” y hasta una pedalera fija para usar en un sillón.
También se destaca juegos de sábanas, varios controles remotos y un “estimulador sexual” por no más de $ 2.000
La declaración de Otegui sobre partidas especiales y la camioneta 0 km usada por el Sunca
Los sindicalistas que declararon mencionaron al expresidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui, quien formó parte por 18 años de la directiva del Fosvoc hasta enero de 2024. Alguno de los declarantes afirmó que Otegui estaba al tanto de las maniobras. Como parte de la indagatoria la Fiscalía verificará qué controles ejercieron las cámaras emopresariales que integraban la directiva del fondo.
Otegui declaró en abril y, según el testimonio al que accedió El Observador, dijo que compartió directiva del Fosvoc en 2023 con Bertolio, que era el secretario general y con Wilson Baliño como tesorero. También afirmó que la ayuda denominada “partida especial” fue una propuesta del Sunca que surgió en 2022.
“No recuerdo quién fue el directivo del Sunca que planteó la posibilidad de otorgamiento de partidas especiales, al principio se autorizaron unas ocho partidas anuales, se subieron a 12. Para el año 2023 se superó la cantidad de partidas especiales autorizadas, por lo que se tomó la determinación para hacer más equitativa la cuestión de destinar una partida espejo para el sector empresarial, la cual destinábamos el mismo monto otorgado a la partida especial, a distintos centros educativos como Fundación Sophia, las cooperativas que gestionan los centros siempre, que son Coopintare y Fe y Alegría y también se donó al Hospital de Clínicas para la construcción de un centro para pacientes oncológicos”, indicó Otegui ante los oficiales de Policía.
Sobre la operativa de las partidas especiales, Otegui aseguró que era Bertolio quien presentaba en las juntas directivas semanales una carta del Sunca solicitando la ayuda para un obrero de la construcción. “La partida se autoriza en el momento que se presente la carta del Sunca, una vez autorizada, Stella Rey se encargada de entregar el cheque para el pago de la partida, supongo que ese cheque se entregaba a Bertolio. No estoy realmente seguro”, indicó Otegui.
Ante la pregunta de si la junta directiva verificaba la situación de los beneficiarios de esas partidas, Otegui dijo que Bertolio mostraba al resto de los dirigentes “imágenes de vivienda incendiada o algún comprobante médico”. Pero aclaró que “no en todas las oportunidades Bertolio presentaba comprobantes médicos o de vivienda". "No recuerdo todas las oportunidades en las que presentó documentación”, afirmó Otegui.
Sobre el vínculo del fondo con Coopintare, Otegui contó que “miembros del Sunca propusieron a Coopintare para la gestión de los centros” hace siete años, la otra organización Fe y Alegría fue designada por el sector empresarial.
En la audiencia judicial la fiscal Gómez mencionó una irregularidad detectada sobre una camioneta que el fondo entregó a Coopintare que se está investigando. Relató que todas las instituciones recibieron los cheques correspondientes de las partidas espejo, "salvo cuatro (...) cuyo beneficiario era, en todos los casos, Coopintare".
En ese caso tres cheques que tenían que ir a Coopintare fueron retirados por Bertolio, por montos de $200 mil cada uno y uno de US$ 25 mil para la compra de una camioneta. Además, relató la fiscal que un cheque de $ 150 mil fue retirado por Santiago Bernaola.
El cooperativista Darío Curcho declaró al respecto que en los años 2021 y 2022, recibió ayuda del fondo, que recibió una camioneta marca Renault Kangoo, pero que nunca había recibido beneficios en dinero. También se le tomó declaración al propietario de la automotora donde se compró la camioneta, quien relató que el 4 de octubre de 2023 Bertolio compró un vehículo cero kilómetro con destino a Coopintare. Agregó que si bien el costo era de US$ 20.240, Bertolio depositó un cheque por US$ 25 mil por lo que ese mismo día le transfirió la diferencia a Bertolio de US$ 4.760. "Ese vehículo, según las declaraciones incluso de los imputados, se utilizó por el Sunca durante unos meses y luego recién fue remitido a la cooperativa" con 2.000 kilómetros.
Ante la consulta de si integrantes del Sunca recibieron en 2023 cheques con fondos para la cooperativa Coopintare, Otegui respondió que no le consta y que si eso pasó “no se dieron cuenta”. Explicó que el funcionamiento era que Coopintare recibiera el pago del cheque en su cuenta por parte de Stella Rey, que se encargaba de las transferencias. "Si eso no sucedió, estuvo mal", aclaró.
El mismo año se donó una camioneta para la misma organización. “Ellos nos informaron que necesitaban una camioneta para poder trasladar a sus funcionarios para que pudieran trabajar sin inconvenientes”, contó Otegui.
Otegui recordaba el planteo de Coopintarse sobre que necesitaba una camioneta para trasladar a sus funcionarios a uno de los centros que se había construido y ellos iban a gestionar. "Al principio solicitaron una ayuda de entre US$ 10.000 y US$ 15.000. Yo le manifesté que se podía destinar la ayuda siempre y cuando la misma se desprendiera de las partidas espejo", aclaró Otegui.
Fue Bertolio quien informó que el dinero destinado para la compra del vehículo tendría que ser de US$ 20.000. “A mi entender, el pago debió ser depositado en la cuenta de Coopintare, como funcionó siempre a la hora de entregar las partidas espejo”, dijo Otegui pero aseguró que él “no manejaba toda esa operativa”.