Este lunes falleció en el hospital Pereira Rossell Juan Pedro "Juampi" Núñez, el niño de 10 años que fue estaba internado luego de que su madre lo incendiara intencionalmente junto a ella en el campo en el que vivían en Río Negro el pasado 3 de noviembre.
Según informaron fuentes del caso a El Observador, la madre, que falleció en el hecho, había dado distintas señales de "alerta" con su comportamiento en las últimas semanas.
Distintos vecinos relataron a los policías que se hicieron presentes en el lugar que la mujer "no salía" del campo en el que vivía cerca de Young, entregado por el Instituto Nacional de Colonización (INC) a la familia –que vivía del engorde de ganado–, y le pedía a vecinos de la zona que le llevaran los mandados que encargaba al pueblo. Además, "no quería que el niño saliera".
Según informó Montevideo Portal, en el último tiempo el menor había faltado a la escuela en algunas ocasiones y la madre no había entregado un certificado médico o una justificación por su ausencia, así como tampoco había acudido al centro educativo.
Los padres del niño se habían separado meses atrás, y el padre se había mudado a otro pueblo. En setiembre, la mujer denunció al padre por violencia doméstica, y la justicia dictaminó medidas cautelares en su contra de alejamiento y no comunicación.
Sin embargo, en el último tiempo la ya expareja había acordado que la mujer se encargaría del niño en la semana, mientras que el padre cuidaría de él los fines de semana. En esos días el hombre lo llevaba a jugar a su club de baby fútbol, el Club Atlético Unión de Young, donde era golero.
"Con profundo dolor, lamentamos el fallecimiento de Juan Pedro 'Juampi' Núñez, jugador de Unión Baby categoría 2014. Vaya nuestras condolencias a su familia y allegados", escribió el club en sus redes sociales.
La muerte de Juampi Núñez y su madre
El incendio en el que resultó gravemente herido el niño se produjo el pasado domingo 3 de noviembre en una casa de la zona rural de Río Negro, donde estaba el menor junto a su madre.
La mujer inició un incendio y sujetó consigo al niño, que logró zafarse y correr a casa de unos vecinos para pedir ayuda. Llegó a relatar a los vecinos que su madre lo había querido "matar" y "prender fuego".
La Policía logró trasladar al niño en auto al hospital de Young, y luego fue trasladado en helicóptero al Hospital Pereira Rossell.
Estuvo internado durante ocho días en ese centro de salud, donde fue intervenido quirúrgicamente por cirujanos plásticos debido a la gravedad de sus quemaduras. El lunes el cuadro del niño se había agravado, con una falla multiorgánica que complicaba aún más su panorama.
El niño fue desconectado y falleció en la tarde de ayer, según informó en primera instancia El País y confirmó a El Observador el director de ese centro, Álvaro Galiana.