Carballo tenía una hija de menos de 10 años. “Lo va a extrañar siempre”, dijo el exministro Martinelli
Antony Carballo Childe, de 29 años, ya hacía tiempo que había ingresado a la Guardia Republicana. Familiares y compañeros siempre lo definieron como un “apasionado” de su trabajo, al que solía dedicar varias horas por día.
“Estaba lleno de sueños. Era un gurí bárbaro, que la peleaba todos los días. De esos que no se cansan de trabajar, que te das cuenta que dan todo en la cancha”, dijo a El Observador uno de los compañeros de Carballo, que por respeto prefirió no ser mencionado.
La noche del viernes iba vestido de civil cuando fue abordado por dos delincuentes, quienes lo amenazaron para robarle. El hecho se dio en la Ruta 33 y Boris Rodríguez, a la altura de la ciudad de Toledo (Canelones).
Uno de los malhechores fue abatido en el lugar y lo encontraron en la escena sin vida, mientras que el otro se logró fugar. Se estima que este último fue el que disparó en contra de Carballo.
El exministro del Interior, Nicolás Martinelli, lamentó la muerte del joven efectivo y dijo que “perdió la vida cumpliendo con su deber”. “El 12 de febrero recibía su vivienda, conocí su casa, su esfuerzo, sus sueños. Recién, con un dolor inmenso, hablé con su pareja”, agregó.
Carballo tenía una hija pequeña, de menos de 10 años, quien “lo va a extrañar siempre”, dijo Martinelli. “Pero así te vamos a recordar Anthony, hermano, con entrega, con valentía, luchando por tu familia y por la Policía Nacional. Vamos a honrar tu recuerdo”, cerró el exsecretario de Estado.
El policía asesinado vivía junto a su pareja y su hija en el asentamiento Flor de Mayo, en Paso Carrasco, pero accedió a una vivienda a través del Plan Avanzar. Cuando Carballo accedió a la casa dijo que “no hay palabras para decir el sentimiento que se siente” recibir la casa propia.
En ese momento, Martinelli se dirigió directamente a Carballo y dijo: “Cuando tú salgas a trabajar todos los días, lo hagas sabiendo que tu familia está en un lugar de tranquilidad, de paz”.
