La apertura de
Jotun, hecha en hermosos dibujos animados que serán la norma desde el principio, no deja lugar a dudas: Thora, una imponente guerrera vikinga, encuentra la muerte en una inesperada tormenta en el mar. Como tantos años de ficciones vikingas –desde las películas de Thor, de Marvel, hasta la maravillosa serie televisiva
Vikings, de History Channel– han enseñado al público, la única manera por la que un vikingo llegue a su cielo, a su Edén llamado Valhalla, es mediante la muerte en el campo de batalla y esto de morir ahogado no califica.
Sin embargo, Thora –y el jugador con ella– tendrá una segunda oportunidad: en un universo místico y surreal deberá recorrer los distintos reinos mientras recoge runas mágicas e impresiona a los dioses para ganarse su lugar en el más allá.
Batallas de leyenda
El videojuego, que actualmente se encuentra en una imperdible oferta en Steam y también está disponible para PS4, Xbox One y Wii U, pertenece a los canadienses de Thunder Lotus Games y es evidente que su primer objetivo no fue la acción vertiginosa sino la contemplación y recreación de un universo maravilloso. Y ese objetivo es logrado con creces.
La perspectiva del jugador varía mundo a mundo, reino a reino, y aunque homenajea desde lo visual a un estilo de
juegos clásicos –entre ellos a
Dragon´s Lair–, tanto desde su apariencia hasta su sistema de juego,
Jotun impresiona por su perspectiva propia y lo imprevisible de su narrativa.
Cada reino se propone desde coordenadas diferentes y el jugador se verá arrastrado, nivel por nivel, hasta lograr enfrentar a cada uno de los cinco gigantes que lo esperan al final.
La jugabilidad no es asombrosa. Esencialmente el personaje se mueve y activa cosas o derriba enemigos con dos únicos posibles golpes de hacha. Pero la magia de Jotun está en otros tres aspectos: su apariencia visual, su banda sonora y su
historia.
El primero de estos apartados se basa en la combinación de dibujos a mano animados con cariño y esmero. El colorido universo de Jotun deslumbra y –por momentos– quita el aliento. La primera vez que se ve el paisaje a la distancia es conmovedor.
La música es autoría del compositor Max LL, un joven artista canadiense. Pero la joya de la corona yace en el relato que va haciendo la propia Thora: ella se muestra como estoica y aguerrida, al tiempo que construye el maravilloso mundo nórdico de los vikingos, sus dioses, su mitología y enseña cómo se conformó su universo y cómo se va a destruir.
Así, de esta manera,
Jotun se transforma en cierta medida en una nueva forma de narración, una interactiva, pero una donde se privilegia antes que nada el relato. Un juego sencillo pero innovador y deslumbrante. Un juego independiente, cuya financiación se terminó mediante
crowfunding (cumplió su objetivo en 24 horas) y apoyo estatal canadiense, que bien vale la pena buscar.