"La fiscalización es clave para asegurar que el agricultor utilice bien las herramientas"

Croplife tiene una red de asociaciones en 18 países. Somos responsables de representar a la industria de la ciencia en los cultivos en Latinoamérica. Nuestro trabajo consiste enm junto a las asociaciones miembrosm representar y defender a la industria para poder llevar a adelante no solo programas de responsabilidad y el buen manejo de los agroquímicos, sino también mejorar la eficiencia de los agricultores.

Tenemos la capacidad de producir y alimentar el mundo. Hoy América Latina produce el 16% de los alimentos del mundo y posiblemente va a producir el doble en los próximos años. Tenemos las condiciones agrícolas para hacerlo. Actualmente hay conciencia que la agricultura necesita utilizar agroquímicos, así como las enfermedades necesitan de medicina. El gran cuestionamiento en cierto sector de la sociedad es cómo se usan esas tecnologías. En ese sentido es importante la habilidad de las autoridades para controlar e impulsar a que se usen bien. La fiscalización es clave para asegurar que el agricultor utilice bien las herramientas porque es necesario un cambio cultural también.

Las autoridades de los países tienen que asegurar que los agricultores pequeños, medianos o grandes utilicen las tecnologías correctamente. El mal uso es lo que provoca que aparezcan residuos en los alimentos. Por eso el compromiso de la industria es trabajar y promover las buenas prácticas agrícolas y, en este sentido, Campo Limpio en Uruguay es un ejemplo. Es necesaria también una ley que fuerce al agricultor, al distribuidor, a la industria y a las autoridades a trabajar juntos. Como lo hizo Brasil hace un tiempo, que su programa de recolección de envases y de reprocesamiento debe ser a lo que todos deberían aspiran a llegar. Brasil recoge el 95% de todos los envases. Lo reciclan y la propia industria está comprando el plástico.

Uruguay ha demostrado que el organizarse ayuda a moverse de manera integral y el tener una ley es muy importante –la ley en el país data de 2013–. En muchos países es voluntario y de esa forma va lento. En muy pocos años en Uruguay da un ejemplo de cómo una industria organizada puede buscar sinergias y lograr grandes resultados.

Un desafío por delante de Croplife Latinoamérica consiste también en comunicar hacia la sociedad lo que la industria hace, los resultados que se han alcanzado y cómo se visualiza el futuro de la innovación. La tecnología es la gran llave para ayudar a producir más alimentos inocuos y también para avanzar hacia una capacidad de cumplir con las expectativas a futuro, dado las necesidades de la población. Para 2050 vamos a necesitar 50% más de alimentos y no tenemos 50% más de tierra para lograr eso.

Es una realidad que hay que tener presente, la de balancear las dos cosas. Tener producción agrícola saludable y de bajo costo. En ese sentido, las buenas prácticas agrícolas son la base de todo este rollo. De todas las intoxicaciones que surgen alrededor del mundo no habría ninguna si los agricultores siguieran las prácticas correctas en el manejo de los productos.

Creo que eso tiene que ver con los millennials, que son sumamente exigentes de lo que quieren comer y de la transparencia de cómo fue producido ese alimento. Además de que el suelo y el ambiente hayan sido respetados. Ante esto, la industria tiene que abrazar estos desafíos, porque la información está generada. Lo que sucede es que no la hemos comunicado de manera eficiente y proactiva.

Sí. Europa está viviendo en un sueño que cada vez se hace más difícil llevar a la realidad. Hay un punto de vista bueno y otro malo en esto. La imposición que generan fuerza a acelerar algunos procesos, pero a la vez te puede restringir o limitar el acceso a mercados con esas medidas parancelarias.

Nosotros desde Croplife promovemos dos programas de responsabilidad. Uno que es el de Campo Limpio, que consiste en el manejo de envases con triple lavado y destrucción del recipiente de los agroquímicos para que no sea reutilizable y el otro que busca entrenar a los agricultores en buenas prácticas. El año pasado la red capacitó y transmitió a más de 200.000 agricultores cómo se deben usar los productos. Hay un compromiso de la industria en este aspecto, con una inversión en 2017 que superó los US$ 22 millones, pero es un esfuerzo que tiene que ir más allá.

Las autoridades tienen que participar. En muchos de los países de América Latina los programas de extensionismo han desaparecido. Se necesita que los ingenieros agrónomos vayan a los campos a ayudar a los agricultores a utilizar las semillas y los agroquímicos. Los países tienen que organizarse para llegar a que los pequeños productores usen las tecnologías de manera correcta. La necesidad de capacitación es constante porque la tecnología que se desarrolla en la agricultura es increíblemente rápida y muchos países se están quedando atrás. Principalmente en los casos de agricultores pequeños, que a veces pueden tener prácticas ancestrales.

En gran parte por agendas políticas o falta de recursos.

Datos: Nació en Guatemala. Tiene 61 años, está casado y tiene tres hijos. Ninguno de ellos vive ya con él y su esposa.

Responsabilidades: Actualmente ejerce la presidencia ejecutiva de Croplife Latinoamérica desde la oficina principal en San José de Costa Rica.

Malo pero apasionado: Le encanta el golf y aunque se considera "un jugador terriblemente malo" aún no se da por vencido.