El ultimátum que le dio el presidente Tabaré Vázquez al fútbol el 13 de diciembre de 2016 a través de un decreto presidencial para controlar la violencia en el fútbol, terminó de cerrar en ese momento un año y medio de marchas y contramarchas para la instalación de cámaras de seguridad en los estadios de fútbol. Con aquella decisión quedaba establecido un marco de seguridad diferente para el deporte, con un antes y un después para la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).