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“Un estadio de Peñarol en el Parque Roosevelt violaría las leyes”
Un grupo de vecinos del Parque Roosevelt denunciará una “violación jurídica” en caso de que la Intendencia Municipal de Canelones (IMC) acepte la construcción del Estadio de Peñarol, luego que éste fuera preseleccionado este lunes junto a otros seis proyectos, según informó a El Observador Enrique García, integrante del grupo “Roosevelt para todos”.
Además, la familia García Lagos, que donó al Estado el predio en 1917, reclamará su devolución en caso de que el proyecto avance. Según la familia, la ley que instituyó al predio como el primer Parque Público del Uruguay establece algunos requisitos que el Estado debe cumplir, entre ellos que será un espacio público. García dijo a El Observador que “la construcción de un estadio implicaría una privatización de parte del predio, que viola lo establecido en la donación modal”.
Por otra parte, las 360 hectáreas de parque fueron adjudicadas al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y, desde 1988, están comprendidas dentro de la Ley Forestal, que establece en su artículo 19 que los parques nacionales “no podrán ser sometidos a explotación, salvo la necesaria para preservar el destino de interés general que motivó su creación”. El segundo argumento planteado por Enrique García para oponerse a la construcción del estadio es que “el proyecto de Peñarol tiene fines lucrativos, de explotación de parte del predio”.
“La comuna Canaria está obviando estas cuestiones legales”, dijo García a El Observador, quien explicó que un grupo de vecino se está reuniendo desde 2008, cuando Juan Pedro Damiani hizo público el proyecto. “Este lunes se consumó que la comuna otorgará terrenos a privados, lo que viola las leyes”, explicó el vecino, quien anunció que tomarán medidas judiciales para denunciar la situaciòn.
El tercer argumento de García es bastante más concreto: “nadie quiere tener un estadio de Peñarol cerca”. El vecino recordó lo que planteó el ministro Eduardo Bonomi en agosto de 2010: “Nadie quiere cerca ni una cárcel, ni la basura, ni la cancha de Peñarol”.
“Los vecinos no queremos en la puerta de nuestras casas los líos que pasan afuera del Centenario cuando juegan Peñarol o Nacional ni las casas pintadas con grafittis”, agregó García, quien concluyó: “con un estadio de Peñarol o un estadio de básquetbol en el parque, que es otro de los proyecto calificados por la comuna, bajará entre 20 y 30% el precio de las propiedades de la zona y se les viene el malón encima a los comerciantes”.
Contraargumentos al Carambulódromo
En marzo de este año algunos hinchas de Nacional comenzaron una campaña en la redes sociales llamada “No al Carambulódromo”, en rechazo al apoyo que el intendente de Canelones, Marcos Carámbula, ex presidente de Juventud de Las Piedras y confeso hincha de Peñarol, manifestó por el proyecto aurinegro.
Enrique García también arremetió de forma directa contra algunos de los argumentos con que Carámbula defiende el proyecto. El intendente ha expresado que la situación del futuro estadio no viola la normativa actual, sino que, a pesar de que se cobre entrada para los espectáculos, se mantendría su condición pública, como sucede en el zoológico de Villa Dolores. García considera que esto es una "falacia", ya que los dos emprendimientos no son comparables: “mientras en la donación modal del predio donde está el zoológico no había ninguna cláusula que estableciera que el predio debía destinarse exclusivamente a un parque forestal público, en la donación modal del parque Roosevelt sí está establecida esa cláusula”.
García aclara además que la familia donante tiene la potestad de denunciar algunos emprendimientos que hoy existen en el parque y violan la normativa vigente. En el predio hay canchas de fútbol de la Liga Universitaria de Deportes y otros comodatos que efectúan la explotación de parte del parque, como la criolla que se realiza cada año. Pero en estos casos, destaca García, “no hay un lucro importante que vaya en contra del espíritu de la donación”. “Por eso, la familia permite este tipo de actividades; pero un estadio de fútbol o de básquetbol es otra cosa”, agregó.
