Espectáculos y Cultura > Libros

100 años de María Esther Gilio: una leyenda uruguaya de la entrevista recuperada en un título ineludible

Bendita indiscreción es una selección de lo mejor de la producción de una periodista que hizo escuela y mantiene su influencia hasta el día de hoy
Tiempo de lectura: -'
06 de julio de 2022 a las 05:00

A la genialidad no se la puede plantar, hacerla germinar simplemente por tener la intención de alcanzarla alguna vez en la vida. No es cuestión de buscarla. Se trata, sí, de encontrarla de repente. De cruzarla y estar despiertos para reconocerla. Aprender a identificar por dónde va y seguir por ese camino. Como ejemplo, el caso de María Esther Gilio: no había pensado en ser periodista, no planeó convertirse en la principal referencia rioplatense de la entrevista, solo se le apareció en el medio la oportunidad y algo le hizo click adentro: un indicio de que caminar por esa vereda podía ser una buena idea. Lo fue.

Gilio convirtió la entrevista en un género literario. La despojó de la impersonalidad atribuida a la voz pública, le dio carácter, utilizó recursos del drama y la comedia, y le imprimió el tono, el ritmo y la tensión de un cuento. Lo hizo sin proponérselo, apelando a la audacia, a la curiosidad y al talento, y durante toda su trayectoria dudó de que fueran suficientes. Puede creerse que la vocación nace de una virtud, pero a menudo nace de una dificultad. (...) Gilio creyó que hacía entrevistas porque no sabía escribir”.

La cita es del escritor Carlos María Domínguez y pertenece al prólogo de Bendita indiscreción, una selección de crónicas y reportajes de la legendaria reportera de Marcha, Brecha y Crisis, entre otros medios, que acaba de publicar hace algunas semanas Estuario para celebrar su centenario (que fue el pasado 3 de junio).

El volumen –y la palabra importa: sus dimensiones son generosas– es imprescindible: por un lado porque permite un acceso a lo mejor de la producción de esta figura del periodismo uruguayo de manera ordenada –está dividido por géneros o temáticas que facilitan la lectura–, y por otro porque habilita la posibilidad de confirmar que su calidad para entrevistar, para observar, que el poder que tenía para elegir las palabras adecuadas que desarmaban a sus interlocutores y la aparente inocencia, que cruza toda su producción, siguen tan vigentes como cuando su lápiz furioso quemaba grafito en la libreta.

Bendita indiscreción es, de nuevo, una selección a cargo de Domínguez, quien conoció y trabajó junto a Gilio, y funciona como una puerta de entrada excepcional para ingresar de lleno en el caudaloso torrente periodístico de María Esther. Acá están, por ejemplo, las recordadas entrevistas a Isabel “Coca” Sarli –con un Armando Bó que la interrumpe permanentemente y, la verdad, mete miedo–, Jorge Luis Borges, Líber Sergni, a Juan Carlos Onetti –una obsesión; lo trató y entrevistó varias veces–, Mercedes Sosa, Aníbal Troilo y más. En todas ellas la lengua suelta e inesperada de Gilio toma los atajos y desvíos en medio de las conversaciones, algo que fue su marca registrada y que la llevaron a encontrar un estilo. Ese descaro bien entendido, esa frescura escondida en aparente inocencia, se convirtió en su sello, así como el interés por los ecos de la infancia, el sexo, la exposición. Memorable es, también, la entrevista que le hace al parco Carlos Monzón, al que le confiesa que teme y al que logra sacarle cuatro sonrisas. Ella las cuenta, por supuesto.

–¿Por qué es tan hosco?
–¿Qué quiere? ¿Que me ría?
–Sí.
–¿Por qué?
–Porque me intimida, ya se lo dije.
–Quiere decir que la asusto, ¿por qué?
–No sé mucho de boxeo.
–¡Qué feo! Yo no haría algo que no sé.
(...)
–¿Sabe una cosa? Nunca vi en la cara de un entrevistado una expresión tal de impaciencia.
–¿Y qué quiere que le haga?
–Nada, disimular un poquito.
–¿Y para qué le sirve?
–Para no sentirme tan mal.

Bendita indiscreción no bebe solo de intercambios jugosos como este. También evidencia la capacidad de Gilio para procesar y transmitir escenarios oscuros, complejos, llenos de matices, su capacidad para estar y contar, y con ese espíritu aparecen sus visita a la Colonia Etchepare, a las ciudades de San Pablo y Varsovia, el campo de exterminio de Buchenwald o sus reportajes sobre la prostitución en Montevideo o la inmigración en Argentina. Involucrada como abogada –también lo era– en la defensa de los derechos de militantes tupamaros presos en los años previos a la dictadura uruguaya –por la que debió exiliarse durante más de una década–, Gilio fue objetivo de algunos ataques en su casa, en especial de una bomba que explotó cerca y que, según cuenta en el texto En carne propia, fue puesta por Nelson Bardesio, integrante de los Escuadrones de la muerte. Aunque son las menos, esas experiencias también están presentes en la compilación y dan cuenta de una biografía tumultuosa y digna de una película. Si esto no alcanza, se puede echar un vistazo a su infancia y cómo terminaron sus padres: el señor Gilio, boxeador, murió de un infarto luego de noquear a unos borrachos que lo insultaron saliendo del bar; su madre, en tanto, fue asesinada por su amante.

Maestra y referente, a cien años de su nacimiento la Gilio reaparece en las librerías uruguayas con un tomo que, a mediados del 2022, ya se apunta como una de las publicaciones más destacadas del año. Es un libro al que volver, uno que pide calma y tiempo para paladear el ritmo y la audacia que la periodista desplegaba en cada trabajo, un título que toma lo mejor de otra pluma ilustre de la Generación del 45 y echa luz en un nombre magnético y genial del que todavía se puede aprender. Y mucho.

Bendita indiscreción. Crónicas y grandes reportajes.
María Esther Gilio (selección y prólogo de Carlos M. Domínguez)
Estuario / 425 páginas / $890

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...