El papa Francisco pidió el fin "del odio, la intolerancia y la violencia" en Brasil, días antes de que el país elija presidente tras una de las campañas más violentas de la historia reciente.
"Rezo a nuestra señora de Aparecida que proteja y cuide al pueblo brasilero", dijo el Papa, invocando a la patrona de Brasil, al dirigirse a los fieles presentes en la audiencia general en Plaza San Pedro del Vaticano.
"Que lo libere del odio, de la intolerancia y de la violencia", agregó el pontífice durante su saludo a los fieles de habla portuguesa este miércoles.
El rezo del Papa se dio a días de la segunda vuelta que el domingo próximo definirá al próximo presidente del gigante sudamericano entre el actual mandatario Jair Bolsonaro y el dos veces expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Las elecciones fueron precedidas por una de las campañas más violentas en Brasil desde que en 1989 se celebraron nuevamente elecciones libres tras el fin de la dictadura.
Este clima de tensión que ha crecido particularmente desde la asunción de Bolsonaro, que se apoya en el electorado evangélico, que constituye casi un tercio de la población de Brasil.
Al menos tres partidarios de Lula fueron muertos en homicidios solo como resultado de sus simpatías políticas entre julio y septiembre, sobre un total de más de 200 casos de violencia política registrados en el primer semestre del año, según una ONG.
De acuerdo con el Observatorio de Violencia Política y Electoral de la Universidad Federal de Río de Janeiro, desde que Bolsonaro asumió en enero 2019, los casos de violencia política se incrementaron 335% en el país, con un total de 1.209.
La Iglesia católica brasileña repudió la participación de Bolsonaro en una reciente peregrinación católica en la región amazónica por considerar que se trató de un acto de campaña y no de fe.
De acuerdo a los sondeos, Lula es favorito ampliamente en el electorado católico, entre las mujeres y la juventud y en los estados más pobres del norte del país.
Uno de los detalles salientes de la campaña electoral para el balotaje ha sido la disputa por los electorados religiosos.
En la audiencia Francisco saludó especialmente a un grupo de peregrinos procedentes de Salvador de Bahía, Anicuns, Taubaté y Sao Paulo.
A ellos les recordó la beatificación de Benigna Cardoso da Silva a quien elogió como "joven mártir que, observando la palabra de Dios, mantuvo pura su vida, difundiendo su dignidad" y pidió que su vida ayude "a ser generosos discípulos de Cristo".
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