Se acabó la luna de miel: José Mourinho y Paul Pogba eran el lunes el blanco de duras críticas por la tercera derrota consecutiva de Mánchester United, el domingo ante el modesto Watford (3-1).
Sin embargo, la historia había empezado bien para el entrenador portugués, con una copa Community Shield conquistada ante Leicester, el regreso al club inglés de Paul Pogba por un precio récord, y tres victorias en las tres primeras jornadas de la Premier League.
Old Trafford creía haber olvidado los tristes años de David Moyes y Louis van Gaal, cuando todo se estropeó, en sólo una semana.
Esta crisis se inició de la peor manera, con una derrota (1-2) en casa ante el gran rival, Mánchester City, entrenado por el archienemigo de Mourinho, Pep Guardiola. Para colmo, la diferencia entre el juego de uno y otro fue enorme.
El jueves, los Red Devils cayeron en la Europa League, ante Feyenoord holandés (1-0), y el domingo perdieron con Watford.
Mourinho, que no perdía tres partidos seguidos desde hacía 14 años, cuando estaba en Porto, ha culpado ya a un árbitro y a dos jugadores suyos, Eric Bailly y Luke Shaw, pero, sobre todo, ha pedido tiempo."Empezamos muy bien la temporada", se defendió el entrenador. "Pero, ¿acaso creía que mi equipo estaba listo, que era perfecto o imbatible? De ningún modo", explicó.
"Sabía que no éramos perfectos, muchos de los jugadores no son productos acabados y pueden cometer errores", aseguró, apuntando a que "algunos siente mucho la presión".
Este lunes, la prensa británica le hace un reproche incontestable: el medio campo de su equipo no funciona, es "un lío", en palabras de The Guardian.
El diario británico critica en particular a Wayne Rooney y su desempeño como mediocentro, justo el puesto en el que Mourinho había dicho que no jugaría.
"Podés decirme que sus pases son increíbles, pero también lo son los míos si no me presionan", dijo en julio Mourinho, para acabar usando a Rooney en esa posición.
Contra Watford, sus pases no fueron ni sensatos ni precisos, ahondó el Guardian.
El otro gran blanco de las críticas es el francés Pogba. Excepto su disparo al larguero de Watford, "el jugador que costó 89 millones de libras (105 millones de euros) parecía que no acababa de creerse que la cifra de su traspaso fuera legal", afirmó The Times.
El Daily Mail fue más allá al hablar de Pogba como un jugador que es "únicamente estilo, sin sustancia". El tabloide recordó que en el derby de Mánchester "parecía un niño jugando en el patio de la escuela", y que "estaba en todos los lados menos donde tenía que estar: en el centro del campo".
La prensa reclama una reorganización total. Adiós a Rooney, y vivan Morgan Schneiderlin o Michael Carrick por delante de la defensa. La idea es adelantar un poco al belga Marouane Fellaini para que forme con Pogba un doble pivote considerado prometedor.
Como medio defensivo, como ha sido hasta ahora el caso, Fellaini no sabe colocarse, sentenció The Guardian, señalando que los dos primeros goles de Watford se debieron a que estaba situado demasiado atrás.
"Sé que es mi responsabilidad mejorar el equipo y a los jugadores", admitió Mourinho. "Tengo trabajo. Es táctico pero también mental. Tenemos que mejorar, sin duda".
El miércoles, el United se mide a Northampton, de la tercera división, en partido de Copa de la Liga. Una victoria calmaría los ánimos. En cambio, una derrota...
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