Pedro Sánchez fue elegido en la sesión del Congreso de los Diputados, la cámara baja de la Cortes españolas, como presidente del gobierno de España con 167 votos a favor y 165 en contra, con 18 abstenciones de Esquerra Republicana de Catalunya y Bildu, poniendo fin a un largo período de inestabilidad política que obligó a realizar dos elecciones en 2019.
El gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos es el primero de la democracia española tras la larga etapa del franquismo.
Para lograr la confianza del parlamento, la coalición logró contar con el apoyo del Partido Nacionalista Vasco y otras formaciones minoritarias, además de las abstenciones de ERC y Bildu, que resultaron claves para la investidura y, a la vez, el tema que suscitó mayor crispación en el debate parlamentario sostenido durante las jornadas del fin de semana.
Sánchez, de 47 años, asume una legislatura marcada por el asunto del reclamo de los independentistas catalanes, para lo cual acordó el establecimiento de una mesa de diálogo bilateral entre los gobiernos de España y de Catalunya para resolver el conflicto político planteado.
"Va a a haber una coalición progresista, porque así lo han decidido los españoles y la mayoría parlamentaria del Congreso", dijo Sánchez antes del voto definitivo, donde llamó a terminar esta parálisis que tuvo al país "desprovisto de herramientas para abordar sus problemas y para encarar los desafíos de futuro".
El domingo, el Congreso había rechazado su investidura en una primera votación en la que no alcanzó la mayoría absoluta de 176 sobre 350 diputados, tras un agrio debate iniciado el sábado.
En él, los partidos de oposición de derecha arremetieron duramente contra los pactos alcanzados por el PSOE para asegurar la investidura, especialmente con la formación separatista catalana ERC, cuyos 13 diputados se abstuvieron.
Pablo Casado, líder de la segunda fuerza parlamentaria, el conservador Partido Popular (PP), lo calificó como un "gobierno contra España, el más radical" de la historia del país.
Desde las filas de la extrema derecha de Vox, aupado como tercer partido en el Congreso, su líder Santiago Abascal aseguró que es un ejecutivo "ilegítimo".
Sánchez liderará un gobierno de coalición entre PSOE (120 diputados) y Podemos (35), con un programa social, ecologista y feminista, que promete un giro a la izquierda con medidas como un alza impositiva a los más ricos, regulación de alquileres y la derogación parcial de una reforma liberal del mercado laboral.
La sesión parlamentaria de este martes terminó entre aplausos de los partidarios de Sánchez que corearon durante largo rato el "sí se puede".
(Con información de AFP)
(AFP)
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