Almagro no tiene quien lo reciba y decidió cancelar un viaje a Uruguay

Lo esperaban para abrir el Foro de Ciberseguridad de las Américas, que tuvo lugar este martes en el Radisson Victoria Plaza de Montevideo, pero a última hora avisó que por "cuestiones de agenda" no llegaría.

La cancelación fue tan próxima al evento que a los organizadores no les dio el tiempo de sacar su nombre del programa y cuando los concurrentes llegaron al lugar pudieron leer que el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, abriría el foro junto al representante en Uruguay del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Miguel Taborga, el prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo, y la embajadora de Canadá, Joanne Frappier.

Pero al levantar la vista del papel, Almagro no estaba en el escenario de Ballroom del Victoria Plaza. El excanciller ni siquiera había llegado al país.

Más allá de la razón "de agenda" invocada, fuentes políticas dijeron a El Observador que hay otros motivos por los que el excanciller de la República no pone un pie en el país.

Desde su asunción como jefe del organismo regional, la imagen de Almagro se comenzó a erosionar entre quienes lo habían catapultado a la secretaría general de la OEA.

Cuando Almagro se mudó de Montevideo a Washington en 2015 aún tenía el respaldo de sus antiguos compañeros, quienes lo defendieron durante cinco años de las críticas de la oposición. Pero si el secretario general de la OEA quisiera volver hoy a Uruguay –aunque más no sea para abrir un foro regional que su propia organización impulsa– no sería recibido ni por el gobierno, ni por su partido (Frente Amplio), ni por su sector dentro de la coalición de izquierda (Movimiento de Participación Popular).

Para cada uno de estos actores, Almagro tuvo un proceder infeliz con el caso de Venezuela que aquí interpretaron como un ensañamiento inentendible.

El excanciller fue blanco de críticas que abarcaron todo el espectro frenteamplista: desde el presidente Tabaré Vázquez hasta su antiguo sostén político, José Mujica. La gestión de Almagro con Venezuela fue la única cosa en que hubo coincidencias en la coalición de izquierda desde que el presidente Nicolás Maduro endureció la mano con la oposición.

"No estamos, y lo digo en forma personal, de acuerdo con la actitud que ha tomado el secretario general Almagro. Ya lo hemos dicho estando en la Unasur y en la presidencia pro témpore del Mercosur", dijo Vázquez sobre la intención de Almagro de activar la cláusula democrática del organismo en el caso de Venezuela, en junio de 2016.

Fiel a su estilo, el expresidente Mujica, dijo que Almagro era un "peligro para el continente". "Yo creo que a Almagro se lo comió el personaje", señaló Mujica a Telenoche a principios de mayo. "Creo que en un puesto de esa naturaleza hay que tratar de ser puente de unión y no parte", agregó.

Dos años y medio después de abandonar Uruguay, Almagro la tiene díficil políticamente para volver. Y ya sabe que cuando se acerque el momento de la reelección en la OEA, hay votos con los que no contará.