El 9 de setiembre del año pasado, el extupamaro Héctor
Amodio Pérez recibió la noticia de que recuperaba su libertad luego de estar un año con prisión domiciliaria. El Tribunal de Apelaciones en lo Penal de Cuarto Turno había
revocado el procesamiento dictado por la jueza penal
Julia Staricco por "reiterados delitos de privación de libertad", a pedido de la fiscal Stella Llorente."Ha sido un año duro pero satisfactorio. He conseguido mucho más de lo que esperaba: el reconocimiento", dijo con voz optimista ese día el extupamaro a El Observador.
Bastante diferente es su ánimo por estos días. Amodio aguarda desde hace meses que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) se expida sobre un recurso de casación presentado por Llorente para apelar su absolución y cree que se trata de su "última esperanza".
"Necesito de esa resolución. Aquí estoy viviendo de prestado mantenido por amigos. No tengo medio de vida, no tengo nada," dijo este viernes a El Observador. Hasta fines de julio, vivirá en un apartamento que le prestó un amigo pero al que el contrato se le vence a fines de este mes y no sabe a dónde irá. "Estoy en una situación de indigencia, prácticamente", afirmó. Mientras aguarda el
fallo de la SCJ, colabora con amigos que escriben libros y el resto del día se lo pasa "vegetando", según dijo.
El recurso de casación fue presentado a la Corte por la fiscal unos diez días después del fallo que revocó su procesamiento y ya lleva nueve meses a estudio de los ministros, aunque el tiempo habitual en que demora ese recurso es de seis meses aproximadamente. Según supo El Observador, en este caso el expediente comenzó a ser estudiado por los ministros el 13 de marzo de este año y falta por lo menos un mes para que el último ministro al que le toca estudiarlo se expida. Eso significa que habrá pasado casi un año entre que Llorente se presentó ante la Corte y la sentencia final del máximo órgano de la Justicia. Y para Amodio eso es un problema.
Si bien está en comunicación prácticamente constante con su familia que lo aguarda en España, manifestó que necesita viajar porque tiene problemas que resolver en ese país. En febrero de este año, la SCJ le concedió permiso para trasladarse a España, a cambio de una fianza de unos $ 46 mil. El dinero se le prestó un amigo.
Sin embargo, no se plantea pedir nuevamente el permiso porque no tiene cómo pagar una nueva fianza y eso implicaría una demora extra para que la Corte se expida. De hecho, los trámites judiciales para su viaje en febrero demoraron el estudio del expediente, porque se frenó la causa mientras estaba fuera del país. Por eso el expediente comenzó a estudiarse a mediados de marzo, aunque el recurso fue presentado por Llorente en setiembre de 2016.
A pesar de que se revocó su procesamiento, Amodio afirmó que nunca se sintió más preso. "Puedo salir a la calle libremente, la Policía no me controla como me controlaba antes pero no puedo salir del país, no puedo trabajar, no puedo hacer nada", insistió y agregó: "Todo eso me tiene a mí en vilo"