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Blancos se inclinan por rechazar Rendición de Cuentas pero harán consultas con el Poder Ejecutivo
La única certeza en la coalición de gobierno respecto a la Rendición de Cuentas de 2019 es que el próximo miércoles, cuando se someta a votación en el plenario de la Cámara de Senadores, la discusión será feroz y las manos del oficialismo harán todas el mismo movimiento: lo que aún no tienen claro es si para acompañar el proyecto remitido por el Poder Ejecutivo o para rechazarlo.
El balance presupuestal del último año entero de gestión frenteamplista pone a los legisladores del gobierno en una situación "complicada", según reconocen en los partidos que integran la coalición. Aprobar el proyecto podría dar el mensaje erróneo de que se respaldan los números que dejó la izquierda. Rechazarlo podría dar el mensaje erróneo de que se va contra un proyecto del Poder Ejecutivo.
El texto se someterá a votación el martes en la comisión y un día después en el pleno de la cámara. Según contaron a El Observador fuentes parlamentarias, el tema "aún no está cerrado" y se definirá en el correr de los próximos días a partir de consultas con el Poder Ejecutivo para despejar cuáles serían los efectos –políticos o legales– de no dar los votos suficientes para la aprobación del texto.
En el Partido Nacional, que lidera la coalición, en las últimas horas ganó terreno la posibilidad de rechazar el proyecto, pero integrantes de la bancada explicaron que la definición oficial está sujeta a las conversaciones que se mantengan con representantes del gobierno. Senadores blancos consultados por El Observador indicaron que se pretende asegurar que una eventual negativa no suponga una "mala señal institucional" a juicio de las autoridades.
Dentro de la bancada nacionalista, sin embargo, hay quienes consideran que la decisión de los senadores tiene que priorizar el "rol de contralor" y correr por un carril "paralelo" al del Poder Ejecutivo.
Por su parte, el senador Jorge Gandini –el primero en plantear el tema públicamente y en anunciar su posición en contra del proyecto– ha transmitido que si bien no votará contra lo que resuelva su partido y la coalición, tampoco puede votar esta rendición con el Frente Amplio.
Este martes, tras la comparecencia del equipo económico ante la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda, el coordinador de la bancada Gustavo Penadés informó que la discusión seguía abierta pero que la coalición había acordado definir una única postura antes de la votación prevista para la próxima semana.
En el Parlamento, la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, y su equipo ahondaron en el diagnóstico financiero incluido en la documentación anexa al proyecto. Tras la larga sesión en la comisión, la cuenta institucional del ministerio publicó un hilo en Twitter en el que destacó que "la rendición de cuentas 2019 dejó al descubierto deterioro de las finanzas públicas, aumento de la pobreza y caída del empleo".
En la publicación se remarcó que "el ajuste lo hizo el sector privado", que "la tasa de empleo y desempleo alcanzaron el peor nivel desde 2007", que "hubo un importante desvío del déficit fiscal respecto a las proyecciones del presupuesto 2015", que "el déficit en 2019 fue mayor al esperado" y que "la deuda creció por encima de lo proyectado".
La Rendición de Cuentas consta de un artículo único por el cual se aprueba el balance Ejecución Presupuestal correspondiente al ejercicio 2019, con un resultado deficitario de $ 92.652:614.000 y superavitario de $ 24.045:233.000.
En 2005, con un gobierno del Frente Amplio recién asumido, el Parlamento tuvo una discusión similar al momento de votar la Rendición de Cuentas correspondiente al Ejercicio de 2004.
En ese entonces, el gobierno de Tabaré Vázquez envió un informe económico en el que se resaltaban varios indicadores previos a su asunción, y eso fue remarcado durante el debate parlamentario por el Partido Colorado. La Rendición de Cuentas de ese año se votó en general con los votos del Frente Amplio y el Partido Colorado.
