Bolsonaro regresó a Brasil como opositor para enfrentar a Lula y también a la Justicia

El Partido Liberal, al que pertenece, lo aguarda con una nutrida agenda de viajes por el interior del país que le permitan recuperar un rol opacado por el fallido golpe del 8 de enero, cuando sus seguidores ocuparon y vandalizaron la capital.

Los aliados del líder ultraderechista intentan también que el ex capitán de Ejército, de 68 años, juegue un papel en la constitución de las listas para las elecciones municipales del 2024, que serán un termómetro para las presidenciales del 2026, según consignó en su edición de la fecha el diario Folha de Sao Paulo.

Bolsonaro viajó desde Orlando, Florida, y en declaraciones a la CNN poco antes de embarcar negó que vaya a liderar la oposición. “Sólo pretendo recorrer Brasil, hacer política y mantener en pie la bandera del conservadurismo", según consignó la agencia AFP.

Por su parte, el diario paulista dijo que en el embarque fue aplaudido por gente que se acercó a sacarse una foto, pero uno de los pasajeros gritó “cárcel”.

Apenas un centenar de personas lo aguardaba en el aeropuerto de Brasilia, donde la Policía Militar estableció un sólido operativo de control de acceso.

El Partido Liberal (PL) dio gran publicidad al regreso en redes sociales, aunque oficialmente no ha organizado un evento de bienvenida. Pero aliados del expresidente, como el diputado del PL Gustavo Gayer, llamaron a sus simpatizantes a mostrarle un "sólido apoyo" en el aeropuerto.

Las autoridades reforzaron la seguridad en la terminal aérea y llamaron a los seguidores a abstenerse de manifestaciones durante la llegada. Pero medios locales informaron la llegada de autobuses de bolsonaristas a la capital.

Los accesos a la Explanada de los Ministerios, escenario del asalto al poder del 8 de enero por parte de simpatizantes del expresidente, "serán cerrados en un plazo cortísimo" de ser necesario, según Sandro Avelar, secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal.

Bolsonaro será recibido en la sede del PL por su esposa y también diputada federal, Michelle y el presidente del partido, Valdemar Costa Neto, para un encuentro privado.

Luego se dirigirá a su nuevo domicilio, una casa en Jardim Botanico, un acomodado barrio de la capital a quince minutos del Palacio presidencial del Planalto.

El exmandatario (2019-2022) asumirá la semana próxima la presidencia honoraria del partido, formación mayoritaria en la Cámara de Diputados (99 de 513 diputados) y segunda fuerza en el Senado.

"La derecha se aglutina cada vez más", afirmó Bolsonaro, advirtiendo que "no puede haber colaboración" con el gobierno de Lula.

El líder del Partido de los Trabajadores en el gobierno "tendrá que gobernar ahora con una oposición articulada, luego de meses de dispersión. Eso puede hacer una gran diferencia", aseguró Jairo Nicolau, politólogo de la Fundación Getulio Vargas.

En las elecciones de octubre, el exsindicalista derrotó a Bolsonaro por un estrecho margen (50,9% frente a 49,1% de los votos).

Bolsonaro ganará un salario mensual de 41.600 reales (unos US$ 8.000), según la asesoría de comunicación del PL. Trabajará junto a la ex primera dama, que recientemente asumió la conducción de la agrupación de Mujeres del PL y es promovida como una posible candidata en el futuro.

Paralelamente, el expresidente enfrentará dificultades con la justicia. Es objeto de cinco investigaciones susceptibles de penas de prisión en el Supremo Tribunal Federal, la más reciente abierta por su posible rol como instigador del asalto a los tres poderes el 8 de enero.  

Además, corre riesgo de ser declarado "inelegible" si es condenado en alguno de los 16 casos que se tramitan en el Tribunal Superior Electoral, que investiga posibles abusos políticos y económicos en las presidenciales de 2022.

Si resultara condenado, se le podría prohibir disputar elecciones por ocho años, dejándolo fuera de los comicios de 2026.

Bolsonaro también deberá rendir cuentas por un conjunto de joyas regaladas por Arabia Saudita durante su mandato, que habrían ingresado a Brasil de forma irregular.

La Policía Federal lo convocó este miércoles a prestar declaración el 5 de abril, confirmaron a la AFP fuentes de la fuerza.

Mientras sus detractores esperan que responda ante la justicia, simpatizantes del expresidente se entusiasman con su vuelta.