Brasil inició la producción de cazas supersónicos Gripen y buscará exportarlos a América latina

La inauguración estuvo a cargo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en las instalaciones que la empresa Embraer, asociada al Estado en temas de defensa, tiene en Gavião Peixoto, en el estado de San Pablo, donde la firma realiza pruebas de vuelo y certificación de las aeronaves que produce.

De esta forma, Lula da Silva relanzó un antiguo proyecto surgido en 2007, durante el segundo mandato del líder del Partido de los Trabajadores, que tiene como objetivo modernizar la flota de la Fuerza Aérea y que tuvo una segunda instancia en 2013, cuando la entonces mandataria Dilma Rousseff eligió a Saab por sobre la estadounidense Boeing y la francesa Dassault.

El anunció de la apertura de la nueva línea de producción llegó precedido de la confirmación de la recepción por parte de Brasil de dos nuevas unidades producidas en Suecia, lo que incrementa la actual flota de Gripen a seis unidades, más una adicional para pruebas y evaluaciones, según confirmó el gobierno brasileño.

"Es un gran paso para el desarrollo de la industria nacional", afirmó en el marco de la ceremonia de inauguración el ministro de Defensa, ocasión en la que los directivos de Saab y funcionarios brasileños precisaron que el avión supersónico construido en el país será ofrecido a otras Fuerzas Aéreas de países sudamericanos.

La nueva línea de producción marca un importante hito para el programa de fabricación de cazas para Brasil. Las instalaciones de producción y ensamblaje son las primeras fuera de Suecia y en ellas confluirán los componentes provenientes de la planta sueca Linköping y los producidos localmente.

En la actualidad, la industria de defensa brasileña produce la sección frontal del fuselaje, el cono de cola y los frenos aerodinámicos del caza de origen sueco, todo ello en el marco de un contrato entre Saab y la Fuerza Aérea que prevé la entrega de 36 cazas Gripen hasta 2027, así como la transferencia de tecnología.

El ministro Mucio afirmó que con la puesta en marcha de la línea de producción "se eleva a niveles cada vez más amplios” el desarrollo tecnológico para la defensa. “La transferencia de tecnología y la capacidad de producción en Gavião Peixoto nos permiten ser autosuficientes en etapas delicadas del proceso de producción”, dijo el funcionario.

Según precisó, de los 36 aviones previstos en el contrato, 13 se fabricarán integralmente en Suecia, ocho se completarán en Brasil y los restante serán fabricados totalmente en las instalaciones de Embraer. Unidades que se sumarán a cuatro ya operativas en la base aérea de Anápolis, en el estado de Goiania, desde donde el esquema de defensa del país prevé la protección de la capital federal, Brasili, en el hipotético caso de un conflicto.

Desde la Fuerza Aérea destacaron la incorporación de los cazas Gripen y sus ramificaciones para la industria local. “El inicio de la producción simboliza la concreción de un ambicioso proyecto que se traduce en la incorporación de tecnología, la generación de empleos y el consiguiente desarrollo del sector aeroespacial”, afirmó el teniente-brigadier Marcelo Kanitz Damasceno.

En la práctica, según los analistas, el acuerdo entre la Fuerza Aérea, Saab y Embraer pone a Brasil en el selecto grupo de los países que tienen la capacidad de construir aeronaves supersónicas. Un paso que, según agregó Mucio, abre “nuevos horizontes en la capacidad de proporcionar un defensa aérea compatible con las dimensiones continentales del país".

El Programa Gripen apunta a reemplazar el mayor número posible de cazabombarderos F-5 Tiger y de aviones de ataque AMX. La iniciativa, además, forma parte de un plan mayor, que incluye la construcción de un submarino a propulsión nuclear y del vehículo blindado de ataque Guaraní.

Por su parte, el director ejecutivo de Saab, Michael Johansson, enfatizó en la posibilidad de que Brasil se convierta en un centro de exportación para Sudamérica. "Queremos a esta fábrica se convierta en un núcleo de exportación hacia América Latina y otras regiones", aseguró.

El acuerdo para la producción del caza, el más moderno de los que disponen las fuerzas aéreas de los países de América latina, prevé el entrenamiento de 350 profesionales y técnicos que trabajarán en la fabricación y montaje de las unidades, para lo que Saab abrió una fábrica en Sao Bernardo do Campo, el principal polo metalúrgico de América latina.

(Con información de agencias)