Casi un millón de personas marcharon por Varsovia para protestar contra el gobierno

"Es la mayor manifestación en la historia de Varsovia", dijo Monika Beuth, vocera de la alcaldía de la capital del país con relación a la manifestación, cuyos participantes se congregaron en el centro de la ciudad, muchos de ellos con banderas europeas y polacas, en el marco de una compulsa en la que la cuestión geopolítica tiene un rol central.

"Nosotros, aquí, somos Polonia. Estamos aquí para ganar. Nuestro país merece algo mejor ", afirmó Tusk durante el cierre de la concentración que convocó manifestantes llegados de todo el país para protestar contra el gobierno populista e Ley y Justicia (PiS), ininterrumpidamente en el poder desde septiembre de 2005 como parte de la coalición “Derecha Unida”.

"Ya estamos hartos de lo que hemos visto. Nos coartan la libertad. Queremos democracia, para nuestros hijos, para nuestros nietos", dijo Kazimierz Figsal de 65 años, quien tardó siete horas en llegar hasta la ciudad desde el sudeste de Polonia. “Es hora de volver a la normalidad, al Estado de derecho, a la libertad de elegir y de expresión”, agregó Monika Pieleszynska, una empleada administrativa de 43 años.

Pese a los conflictos con la Unión Europea (EU) y a las denuncias internas por la vulneración de los derechos civiles, el PiS sigue teniendo una cómoda ventaja en las encuestas, con cerca del 35% de las intenciones de voto, sobre el 27% que registra la CC, según las últimas encuestas.

"La oportunidad está al alcance de la mano. No hay nada decidido", dijo Tusk esta semana en un mitin en Elblag, en el norte del país, oportunidad en la que el también ex presidente de expresidente del Consejo Europeo (CE) y actual candidato afirmó que los sondeos hechos por su partido muestran que la brecha se ha reducido a un dos puntos porcentuales.

Conforme a la Constitución, Duda fijó la fecha de las elecciones generales 90 días antes del final de la legislatura bicameral, mandato que se extiende hasta el 12 de noviembre próximo, y cuya actual composición quedó determinada por las elecciones de 2019, que fueron un éxito para el PiS al obtener el 43,59% de los votos, lo que le permitió alcanzar 235 escaños en Diputados y 49 en el Senado.

Según los analistas, a pesar del ligero fortalecimiento de los partidos de la oposición, que agrupa a espacios como Izquierda Unida y al centrista Tercera Vía, es poco probable que el resultado de las elecciones modifique drásticamente la escena política, seguida con gran atención por la diplomacia europea debido a la estratégica posición del país, que compare fronteras con Ucrania y Bielorrusia, cada uno con sus propios y diversos intereses.

Los observadores destacan que la complicada situación geopolítica afecta la campaña y a las opciones de la sociedad, aunque el resultado no cambiaría la posición exterior de Varsovia, que ha definido como la mayor amenaza para su seguridad al gobierno del presidente Vladimir Putin, antes incluso que Moscú invadiera Ucrania, posición que se exacerbó con la crisis migratoria y con la maniobras militares conjuntas entre Rusia y Bielorrusia de julio pasado con la presencia del grupo paramilitar Wagner.

En este marco, Duda apoya los esfuerzos de Kiev por adherirse a la OTAN y a la UE desde la llamada “Revolución Naranja”, protestas que tuvieron lugar en Ucrania desde finales de noviembre de 2004 hasta enero de 2005, poco antes que el PiS arribara el poder. Ucrania, por su parte, está interesa en que la actual coalición gane las elecciones, garantizando así la estabilidad y la continuidad de su política de apoyo.

Estados Unidos sigue siendo el principal aliado de Polonia. Washington y la OTAN son los dos pilares en los que Varsovia sustenta su estrategia de seguridad, junto con la UE. De hecho, el presidente Joe Biden ha subrayado la importancia del país en Europa Central visitando la capital en febrero y en marzo pasados, visitas que los analistas interpretaron como una apuesta a la permanencia del PiS en el poder.

Washington, incluso, habilitó a las empresas estadounidenses Westinghouse Electric Company y Westinghouse Electric Poland para que firmaran un contrato con las autoridades polacas para los trabajos preliminares de diseño de la primera central nuclear del país y, además, dio luz verde a contratos para dotar de 32 aviones de combate polivalente F-35 de quinta generación a las Fuerzas Aéreas polacas, contrato que asciende a US$ 4.600 millones con una entrega prevista para 2024.

Por su parte Alemania, otro actor clave en la región, mira con desconfianza los fuertes sentimientos antialemanes de la actual coalición gobernante, y observa con preocupación la escena, especialmente por las demandas de reparaciones relacionadas con la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

El PiS, en tanto, ha hecho del lema electoral “Un futuro seguro para los polacos” el eje de su campaña frente a la guerra en Ucrania, mientras Estados Unidos y la OTAN, al igual Rusia, Bielorrusia y Ucrania, observan las elecciones parlamentarias, las décimas desde 1989, muy de cerca y conforme a sus propios intereses.

(Con información de agencias)