La Justicia de Dolores cerró el caso en el que se investigaba la muerte de un adolescente de 15 años que quiso entrar a un campo cuyo alambrado estaba electrificado con 220 voltios.
El dueño del establecimiento, un hombre de 71 años, fue imputado el 7 de febrero de este año por la fiscal, Viviana Maqueira, por un delito de homicidio a título de dolo eventual. El juez de la causa dictó prisión domiciliaria pero la fiscalía apeló y, a raíz de un fallo del Tribunal de Apelaciones, fue a la cárcel.
En la sentencia, el tribunal indicó que el hombre "trató de influenciar a un testigo para que actuara en forma desleal ante la Justicia", modificando los hechos a su favor, ya que le habría pedido a su empleado que dijera que la conexión la había hecho él.
Según informó El País y confirmó El Observador con fuentes judiciales, el caso pasó a manos de la fiscal Virginia Signona, que solicitó el trabajo de una semiología y constató que el peón que había declarado mintió varias veces.
Por esta razón, Signona cambió la tipificación del delito a homicidio culposo y, de esta forma, posibilitó que las partes llegaran a un acuerdo reparatorio por el cual el dueño de la estancia le abonó a la familia del adolescente US$ 40 mil a través de una letra de cambio como indemnización.
El acuerdo, establecido en el nuevo Código Penal, implica que ninguna de las partes asume responsabilidades penales.
El 1° de febrero, la policía recibió un llamado informando que en un predio ubicado en camino Paso de Ramos, a dos kilómetros de Dolores, había un joven de 15 años en el suelo. La víctima llegó hasta el lugar en moto y su cuerpo fue encontrado en la zona de acceso a la chacra del otro lado del alambrado electrificado.
Cuando llegó la emergencia médica, el joven no tenía signos vitales. Una funcionaria del personal de salud tocó uno de los hilos del alambrado cercano a donde estaba el adolescente y recibió una pequeña descarga eléctrica, por lo que constató que los alambres estaban conectados a un tomacorriente.
Según las pruebas aportadas por UTE y Policía Científica, la corriente era de 220 voltios. El dueño del establecimiento declaró ante la policía que fue él mismo quien realizó la instalación eléctrica del alambrado, así como de todo el tendido de la propiedad. El hombre dijo que el empleado, antes de retirarse del lugar, enchufó el cable a un tomacorriente en la casa.
El peón realizó la conexión de forma equivocada, ya que se olvidó de conectar el pastor eléctrico que produce una descarga más corta y de menor amperaje que la del sistema eléctrico de UTE.
El propietario del campo declaró que colocó la cerca eléctrica para proteger a los animales, unas 300 bolsas de papas y 100 de semillas con un valor de US$ 33 cada una que tenía en la propiedad, ya que en la zona ocurren varios robos.
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