El conocido como "esqueleto de Atacama" fue durante tiempo un misterio, tanto que algunos creyeron ver en él los restos de un ser extraterrestre, pero es en realidad la momia de una niña nacida con raras mutaciones genéticas, según aclaró un reciente estudio de su ADN realizado por la Universidad de Standford.
Pero la historia no terminó allí. La comunidad científica chilena denuncia ahora que el esqueleto fue exhumado ilegalmente en 2003 y que terminó en manos de un coleccionista privado de Barcelona.
El esqueleto, al que se conoce con el nombre de "Ata" y fue descubierto en una bolsa de piel abandonada tras una iglesia en el chileno desierto de Atacama, tiene apenas 15 centímetros de largo, con la cabeza en forma de cono, 10 pares de costillas y huesos que se asemejan a los de un niño de ocho años.
"Independientemente de cuán interesante pueda ser el análisis", escribió el académico Gabriel León, de la Universidad Andrés Bello, para el diario El Mirador, "es necesario tener en cuenta la forma en que el cuerpo fue encontrado y tratado como mercancía".
El sitio arqueológico de La Noria, donde se encontraba la diminuta momia, es blanco habitual de los saqueadores de tumbas atraídos por una leyenda local que habla de un tesoro enterrado a finales del siglo XIX por un cura.
En 2003, durante una excavación cerca de la iglesia del pueblo, se encontró la bolsa de tela atada con una cinta violeta que contenía los huesos de Ata.
Y agregó León: "La comunidad de científicos en Chile está profundamente molesta y preocupada por esta situación. Hacer investigación genética sobre un ser humano y subir esa información a una base de datos pública sin siquiera molestarse en descubrir el origen de los restos es francamente irresponsable".
"No teníamos conocimiento de cómo se obtuvo el esqueleto ni de cómo se vendió o exportó a España", explicó Atul Butte, uno de los autores del estudio, ante el New York Times. "No teníamos ninguna razón para sospechar que esta muestra se había obtenido ilegalmente", precisó.
Cristina Dorado, bióloga de la Universidad de Antofagasta, calificó el estudio de "indignación" en un comentario en Etilmercurio, una publicación científica en línea en Chile. "Si las muestras se obtienen sin ética, cualquier ciencia resultante no es ética", escribió. "Es ofensivo para la niña, para su familia y para la herencia de Chile", dijo Francisca Santana-Sagredo, antropóloga biológica de la Universidad de Antofagasta y la Universidad de Oxford.
Según el Times, las sociedades científicas chilenas también condenaron oficialmente el estudio. "¿Podrían imaginarse el mismo estudio llevado a cabo utilizando el cadáver del bebé abortado de alguien en Europa o América?", preguntó la Sociedad Chilena de Antropología Biológica en un comunicado.
Según relata Gizmodo, los investigadores llegaron al esqueleto mediante el cineasta Amardeep Kaleka, quien les pidió que lo analizaran para su película sobre Steven Green, un hombre que abandonó su carrera como médico para dedicarse a buscar evidencias de vida extraterrestre.
Ante la denuncia, el Consejo de Monumentos Nacionales del gobierno de Chile anunció que comenzará una investigación para esclarecer si, como se cuenta, la momia de Atacama fue exhumada ilegalmente y contrabandeada fuera del país.
Al igual que muchos otros países, Chile tiene leyes que hacen que tales exhumaciones y el contrabando sean ilegales, castigables con multas y condenas de prisión. Pero puede ser difícil evitar que los cazadores de tesoros saqueen sitios remotos. El lugar en donde encontraron a Ata está 450 kilómetros dentro del desierto de Atacama.
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