Cientos de mujeres protestaron en las calles y plazas de diferentes ciudades de Ecuador contra la violencia de género, que se ha cobrado 206 vidas en lo que va del año, incluida la de la abogada María Belén Bernal, de 34 años, vista por última vez el 11 de septiembre cuando ingresó en la Escuela Superior de Policía, ubicada en las afueras de Quito, la capital del país.
La abogada fue asesinada, su cuerpo apareció en una zona cercana a la academia policial cuatro días después de consumarse el homicidio, que tiene como principal sospechoso al esposo de Bernal, el teniente Germán Cáceres, prófugo de la justicia, a quien la mujer había ido a visitar.
El hecho, que conmovió al país y mantiene sensibilizado a un vasto sector de la población, desató una ola de manifestaciones que derivaron en el que presidente conservador Guillermo Lasso expulsara de su gabinete al hasta ese momento ministro del Interior, Patricio Carrillo, y dos altos generales del cuerpo policial debido a las sospechas de encubrimiento.
El alejamiento de Carrillo de la cartera de Interior y el relevo de los oficiales, sin embargo, no alcanzaron a contener la indignación general.
Carteles con leyendas como "Mírame bien porque puedo ser la próxima", "Somos el corazón de las que ya no laten" y "Les indigna más una mujer libre que una asesinada" fueron portados por las manifestantes que marcharon contra el "Estado femicida" durante una movilización que en Quito se extendió hasta la sede de la comandancia de la Policía, en el norte de la ciudad, que fue atacada con huevos y pintura roja y amarilla.
En Ecuador se registraron 206 femicidios en lo que va de 2022, de acuerdo con la Fundación Aldea, una entidad civil que mapea la violencia de género en el país. Según la Fiscalía, desde 2014 se han producido 573 femicidios, delito que es castigado con hasta 26 años de cárcel.
Al grito de "vivas nos queremos", las activistas de los colectivos sociales llamaron a la unidad bajo la consigna "unidxs contra el Estado femicida y transfemicida".
El lema también fue pintado con grandes letras de color rosa sobre la avenida, frente a la comandancia policial, que estuvo resguardada por uniformados parapetados detrás que quedaron manchados. Un rótulo que decía "Policía asesina" fue colocado a los pies de los uniformados en un país de 18 millones de habitantes en el que las estadísticas oficiales indican que 65 de cada 100 mujeres de 15 a 49 años han experimentado alguna forma de violencia.
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