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Cierran colegios de Montevideo porque “no dan los números”: ¿cuáles son?
En la división inferior derecha del escudo del colegio Lester House aparece una llave en posición vertical sobre un fondo azul. Había sido situada allí hace un cuarto de siglo, cuando los fundadores de esta institución bilingüe quisieron simbolizar que “la cultura y la proyección personal en el estudio constituyen la llave para las aspiraciones futuras”. Nada les haría pensar que, antes del comienzo del próximo año lectivo, tendrían que pasar llave y bajar las cortinas de su colegio.
“No dan los números”, explicaron desde la administración del Lester —ubicado a pocos metros del Montevideo Shopping—, luego de ver que la caída de la matrícula estudiantil hacía insostenible la paga de gastos fijos. Así se lo comunicaron a las familias, docentes y alumnos esta semana.
El cierre de este colegio laico se suma al ya anunciado hace un mes por el confesional Inmaculada Concepción (hermanas alemanas), quien en octubre les avisó a sus cerca de 300 estudiantes que no abrirían las puertas en 2023.
Ocurre que este colegio de La Aguada, cuyo edificio ocupa más de media manzana y tenía capacidad para más de 1.000 personas, venía reduciendo su matrícula sin achicar la oferta: continuaba con grupos desde los diez meses de vida hasta cuarto de liceo.
En ese sentido, otras instituciones están achicando alguno de los grados sin cerrar las puertas de la institución, aunque sea como “medida pasajera”. Es el ejemplo de primero de liceo del colegio Queen's School. “Si bien la institución se está expandiendo en educación inicial y primaria, no había suficientes alumnos que justificaran la apertura de grupos en primer año de secundaria”, explicó el director general Enrique Morrone. “En secundaria, hay una necesidad de socialización: el adolescente se construye con sus pares”. Por eso tomaron esta decisión —insiste en que es pasajera— de cerrar la oferta 2023. Justo ese mismo colegio aumentó su matrícula en Inicial y Primaria, en buena medida asociado a un proyecto educativo que pone el énfasis en el bienestar del alumno y el desarrollo de las distintas inteligencias (incluyendo la emocional).
El colegio Nuestra Señora del Rosario, en Atlántida, también cerrará toda la oferta de secundaria, pero por una razón distinta. “Hubo una expansión de inicial y primaria, por encima del 30%. Entonces se decidió cerrar secundaria para dar mayor énfasis a esa demanda que se estaba teniendo en los primeros ciclos”, dijo José Castro, administrador general. Por ejemplo: previo a la emergencia sanitaria, este colegio tenía dos grupos de educación inicial. Para 2023 contará con siete.
En el resto de instituciones que están estudiando su futuro, según explicaron desde las asociaciones de colegios, hay dos discusiones fundamentales: cómo impacta la caída de los nacimientos (baja la demanda para la oferta disponible) y cómo afecta la crisis económica. Porque cambiar a un hijo de institución educativa es una de las últimas decisiones que toman los padres cuando tienen que achicar gastos. Sin embargo, la marcha de la matrícula de privados suele verse afectada entre dos y tres años posteriores al inicio de una crisis económica: pasó en La Tablita de 1982, en 2002, y todo indica que también ocurrirá tras la crisis que desató el covid-19.
