Mis padres sabían que “no era lo mío” y “volví al interior a estudiar programación; me enamoré de la tecnología y eso es lo que me hizo pasar por varios roles”, expresó.
Después de hacer varios años de carrera en la industria, decidió que era el momento de emprender. “Viví un montón de otras cosas”, señaló Buffa, quien explicó que, si bien ya contaba con conocimiento sobre el rubro, los desafíos en esa nueva etapa eran adquirir capacidades blandas vinculadas a la comunicación, liderazgo y empatía.
De todos modos, la líder empresarial destacó que es vital estar formándose siempre en una industria dinámica. “La tecnología tiene desempleo cero, tiene posibilidades de trabajo, aunque existen muchos prejuicios hacia el sector”, apuntó.
En tecnología, "si algo no te gusta o te aburre, tenés la posibilidad de cambiar" hay abanicos de roles y posibilidades, concluyó.
Reconvertirse
Sofía Maradei es cofundadora y CEO de la plataforma de empleo Búsquedas IT. La emprendedora nació en Argentina y sus comienzos profesionales distan mucho del rubro tecnológico. Estudió Recursos Humanos en Argentina, y se enamoró de Uruguay.
Comenzó a trabajar en el rubro tecnológico, aunque dentro de su campo profesional. “La tecnología me eligió a mí primero y yo la elegí a ella después”, comentó.
Con la experiencia que fue ganando, decidió emprender y crear así una plataforma de trabajo donde las personas se pudieran postular a las diferentes oportunidades de trabajo que, paralelamente, subían las empresas a ese sitio. “Con unos pocos dólares, porque no había mucho más, registramos Búsquedas IT (como se llama la plataforma de recursos humanos)”, narró.
“Al momento no generaba ganancias, pero sin quererlo empecé a generar una base de datos”, agregó.
Mientras continuaba con su camino profesional, la ejecutiva entendió que le costaba “venderse”: “Era buena técnicamente, pero no tenía la faceta comercial incorporada”, confesó. Por lo que se puso a trabajar en ello y volvió a retomar su proyecto.
“El mercado de Uruguay, pequeño, nos dio la posibilidad de hacernos conocer”, dijo. Así empezó a crecer y decidió dar un paso más: “le propuse a dos amigas trabajar juntas”, contó. “Y es un mito que las mujeres se llevan mal trabajando, porque las tres pudimos crecer, ya no trabajamos juntas y seguimos siendo amigas”, expresó entre risas ante el auditorio.
Este 2023, se cumplen 10 años de que comenzó con su plataforma de empleo de lleno. En la actualidad, el portal cuenta con 18 mil personas registradas de toda Latinoamérica y lleva cerrados 2 mil contratos en varios países del mundo, entre los empleados con empleadores de la región, Estados Unidos y otros países de Europa.
“El éxito lo fuimos logrando poco a poco, creando confianza”, confesó. “Sigan sus pasiones y no tengan miedo de tomar riesgos", agregó.
Consultada por Bonino sobre si ve más participación femenina en el mundo IT, Maradei expresó que no solo ve eso, sino que también ha observado un crecimiento de mujeres en posiciones de liderazgo empresarial en empresas tecnológicas.
“No preguntamos si piensan ser mamás” en los cuestionarios del portal, agregó, con una sonrisa
Foto: Leonardo Carreño.
Estar dispuesto a aprender
"No soy experta, pero acá estoy", comenzó su presentación Soledad Espósito, Tester en Endava y licenciada en comunicación social Es tenaz y carismática, y mira las cosas desde la perspectiva de aprender continuamente, estar siempre reformulándose.
Espósito es de Argentina, pero se enamoró tanto de Uruguay que hizo todo lo posible para quedarse en el país. Llegó en 2019 y pasó por varios empleos, desde una escuela de remo en el departamento de San José hasta un multimedio en la capital.
Sin embargo, hubo un momento en el que quiso “algo más”. Empezó a ver cómo vincular la comunicación con otra área con más salida laboral. En ese camino se topó con la propuesta Jóvenes a Programar, la iniciativa que impulsa Ceibal para capacitar e insertar jóvenes de entre 18 y 30 años en el mercado laboral.
Mientras cursaba ese programa, Espósito se inscribió a un llamado para un puesto en Endava, empresa multinacional de la industria TI, para el que no se necesitaba experiencia previa. Y quedó. Desde ese momento sabe que aprender es una constante y que decir que no se sabe algo no es solo común, sino necesario. Gracias a ese aprendizaje inicial —que le ha permitido acumular experiencias y conocimientos— ha logrado consolidarse y evolucionar en esa industria.
Pero reconoce que ese trayecto no fue fácil: aprender día a día, llegar con los plazos y los controles de calidad impuestos fueron factores que se sumaron al intercambio frecuente con los clientes de la tecnológica para la que trabaja. “Nadie esperaba que yo sea o me convirtiera en una experta, y entender eso me dio el espacio de ir aprendiendo”, expresó Espósito en referencia a cuál fue su mayor obstáculo al reconvertirse.
“Para mí el mundo IT es un lugar de oportunidades y donde hay que moverse; a mí me cambió la vida. Si querés estar en esta industria, podés estar, pero hay que formarse”, concluyó.
Cambiar de rumbo
A Cecilia Targetta siempre le gustaron las matemáticas. Desde pequeña asistía a campeonatos de cálculo.Targetta, además, fue aplicada desde siempre. Esta manera de ser, junto con su inteligencia, hizo que comenzara la escuela dos años antes del promedio establecido, terminaría el liceo a los 16 años y comenzaría, a esa misma edad, la carrera de Contador Público.
Por más que las matemáticas era una de sus pasiones, esta carrera no le gustó y, mientras la cursaba, entendió que no era para ella. Esta sensación se reforzó cuando comenzó a trabajar en el sector de las finanzas: sus estudios universitarios la condujeron a un banco.
Pese a que le estaba yendo bien en el terreno laboral —, decidió dar un volantazo. En una ocasión, después de una extensa reflexión, Targetta se animó a postularse para un puesto en una compañía tecnológica.
Tiempo más tarde, “recibí una respuesta de esa empresa tecnológica y, cuando conocí el lugar, sentí que era el sitio donde quería quedarme”, narró. Comenzó desempeñándose como tester. Con el tiempo “podés ir avanzando porque los recursos para aprender en este campo son ilimitados”, reflexionó sobre la industria mientras repasaba su trayectoria profesional.
También “hay muchas posibilidades de nexo, tanto en lo personal como con otras herramientas, como LinkedIn”, recomendó.
“Cuando comencé, hace 20 años, había pocas mujeres”, reconoció. “Al contrario de lo que se piensa, es una industria con muchas posibilidades para la mujer, porque es muy flexible y brinda, por ejemplo, muchas posibilidades para las mamas”, se explayó.
Targetta también expresó que la industria TI no es solo flexible en cuanto a la modalidad de trabajo, sino también en las posibilidades de tareas que ofrece. Ella estuvo en varios equipos que trabajaban sobre distintas áreas a lo largo de su carrera en Globant y hoy se vincula al área de los videojuegos como Directora de Tecnología. “Mañana quizás me aburra de esto y pueda cambiar” a otro sector.
“Las oportunidades están; hay que ir a buscarlas y no esperar a que caigan”, concluyó.
Foto: Leonardo Carreño.
Incorporarse a “lo ajeno”
María Inés García, CEO de Arkano, es contadora pública, con 20 años de experiencia trabajando con equipos multiculturales. Hace 7 años su camino se cruzó con el de la industria TI, y, desde entonces, nunca más se separaron.
Cuando se recibió en Montevideo, decidió no volver a su lugar natal, Tacuarembó. “Cuando me recibí, en el interior, los contadores solían dedicarse mayormente a liquidar impuestos”, narró. Por este motivo decidió probar suerte en la capital.
“No quería ir por el camino tradicional”, expresó, por lo que comenzó a llevarle la contabilidad a un grupo extranjero, que era un fondo inversor. La empresa le permitió tener diferentes experiencias, como “vivir afuera”. De hecho, García trabajó en Luxemburgo, donde conoció “cosas nuevas”.
“En ese entonces, el trabajo de contabilidad era muy automático", recordó. Durante una jornada de trabajo, mientras la contadora se encontraba haciendo los asientos y balances contables, un compañero del área de la tecnología le comentó que su trabajo era monótono y que “esos procesos de trabajo se podían automatizar”.
Esa fue su primera experiencia con la tecnología: las tareas que antes le llevaban 20 días de arduo trabajo, pasaron a llevarle solo cinco días, detalló.
El siguiente paso de García fue apostar por una empresa que perteneciera directamente al mundo de la tecnología. “Al principio me sentía ajena, porque eran otros perfiles”, confesó. Pero poco a poco, se fue involucrando en los procesos de trabajo hasta que pasó a ser una pieza cada vez más necesaria en la empresa.
García también comprendió que los productos tecnológicos necesitaban de “alguien que pudiera vender esos proyectos, tener contactos con los clientes; entendí que mis vivencias le aportan a la empresa y que la industria no es ajena a mí” como creía, reflexionó.
Las presentaciones finalizaron con una instancia de preguntas de parte de las asistentes, en la que las profesionales recomendaron los pasos a seguir para aquellas personas interesadas en acercarse a la industria.