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El Frente Amplio (FA) comenzó este jueves su campaña electoral. Más allá de que, técnicamente, sus nombres deben ser refrendados por el Congreso Nacional que sesionará el 25 de setiembre, Fernando Pereira y Gonzalo Civila lanzaron su carrera hacia las elecciones internas del 5 de diciembre, que definirán al próximo presidente de la coalición de izquierda.
En el caso de Civila, la presentación tuvo sus particularidades. Fue en la Plaza Líber Seregni, rodeado de representantes de todos los sectores que respaldan su postulación: el Partido Socialista al que pertenece, Casa Grande, Congreso Frenteamplista, La Amplia, Corriente de Izquierda, el Movimiento Cambio Frenteamplista y el Partido por la Victoria del Pueblo.
Además, sus impulsores dejaron en claro la pretensión de que el acto no fuera visto como la mera presentación de un nombre, sino de un nuevo espacio político dentro del FA que busca trascender una instancia electoral concreta. Se trata de un "espacio abierto", aún sin nombre, que según Civila "llegó con la intención de quedarse".
Esa conformación, inevitablemente, está llamada a ser un contrapeso de los sectores electoralmente más poderosos –Movimiento de Participación Popular, Partido Comunista, Asamblea Uruguay y Fuerza Renovadora– que respaldaron a presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, quién también presentó su candidatura este jueves, tres horas antes que Civila.
El diputado socialista afirmó que la razón de ser de este nuevo espacio tiene varias explicaciones. Una es el momento político y social que vive el país: un Uruguay "muy injusto" en donde "mucha gente no la está pasando bien, que profundiza las desigualdades y que se construye en función de los 'malla oro', de los ricos y para los ricos". Así, el primer desafío que se proponen será revertir esta "profunda situación de injusticia".
"Estamos ante un gobierno que estafó a las mayorías llevando a cabo un proceso profundamente impopular, autor de una ley de Urgente Consideración que estamos decididos a enfrentar", expresó.
Para Civila no puede haber un proceso interno en el FA que pueda pensarse exclusivamente desde adentro. "El Frente Amplio es una herramienta para transformar la sociedad", indicó.
"Hay cosas para discutir dentro del Frente Amplio" sostuvo, en pos de la construcción de una unidad "inteligente, lúcida, creadora y creativa", a través de una discusión que, dijo, deberá darse de puertas abiertas. "Hay muchos frenteamplistas que tienen cosas para decir, que quieren participar en el debate y en la construcción de consensos", aseguró.
Civila ubicó allí uno de los conceptos centrales de este nuevo conglomerado: la necesidad de una discusión profunda sobre el proyecto que se pretende para el Frente Amplio del futuro. Más allá de la meta de lograr un "gobierno de mayorías" en 2024, Civila dijo estar convencido de que se necesita "una apuesta audaz y valiente, que construya lazos y puentes con un montón de frenteamplistas que tienen que sentirse convocados".
Se trata de construir, señaló, un FA íntegramente paritario, "que no se mueva más lento de lo que la sociedad reclama", y que construya condiciones de igualdad entre géneros e identidades.
"El mundo le reclama a la política partidaria un cambio profundo", aseguró. "Hay que abrir puertas y ventanas para que pueda aparecer lo nuevo, y así construir un Frente Amplio en muchos colores", manifestó.
Civila se preocupó en enfatizar que de lo este jueves no fue el mero anuncio de una candidatura. "Estamos construyendo un espacio político. No hay un solo salvador para el Frente Amplio", concluyó.
Los dos principales candidatos a presidir el Frente Amplio coinciden en un aspecto particular: son católicos reconocidos y han reivindicado esa condición.
Pereira fue consultado al respecto al presentar su candidatura. "A nadie se le debe cuestionar si cree o no en Dios" sostuvo. "En definitiva, se trata de un estado del alma".
Así, recordó que el propio Frente Amplio surgió de la unidad de marxistas y cristianos. Reivindicó en ese sentido el haberse formado con dirigentes sindicales católicos como Héctor Florit, Juan José Ramos o Marcos Arias. También reivindicó a pensadores como Juan Luis Segundo y José Luis Rebellato, a los que ha leído "hasta agotarse".
"Eso no me hace menos frenteamplista", afirmó. En ese marco y si es electo, Pereira pretende convocar a los católicos que, por distintas circunstancias, puedan haberse alejado por sentirse incomprendidos y a los que prometió ir a buscar, si es necesario, "500 veces".
Civila, por su parte, recordó en diálogo con El Observador que el inicio de su militancia social estuvo vinculada a comunidades cristianas de base, relacionadas con la Teología de Liberación. En su visión, tiene que existir en el Frente Amplio un diálogo abierto, siempre bajo el respeto de la laicidad como un valor central, con una apertura a la construcción conjunta.
"En el Frente Amplio hay muchos cristianos, vinculados a la lucha contra la injusticia", dijo. "Ese es un cauce abierto y que habrá que profundizar".
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