Claudio Bonadio, el juez peronista al que Cristina Fernández tildó de "sicario y pistolero"

CFK, la marca política de la expresidenta y actual vicepresidenta argentina, se refirió al juez en cadena nacional en 2015, aunque de forma indirecta, pero muy obvia, como  "el pistolero" —por un  incidente del año 2001 en el que el juez abatió a dos delincuentes en un tiroteo. El profundo desencuentro entre ambos, por decir lo menos, era de vieja data. También lo tildó de "mafioso" y "extorsionador".

Leé también

"La muerte le sienta bien", dijo abogado de Cristina Fernández sobre la muerte de Bonadio

Ese hombre que tanto exasperó a la poderosa figura política argentina murió la mañana de este martes en su residencia del barrio porteño de Belgrano. El primero de febrero había cumplido 64 años, 26 de ellos como juez federal. Bonadio se encontraba de licencia, con la salud deteriorada después de la intervención quirúrgica a la que se sometió el año pasado para tratarse un tumor cerebral.

La diputada nacional argentina Paula Oliveto, presidenta de la Coalición Cívica para la Afirmación de una República Iguaaita (CC-Ari), una escisión del radicalismo, se expresó en twitter más allá del diagnóstico médico: "Poner el cuerpo contra el poder trae consecuencias".

Bonadio, peronista desde de los 15 años, abogado por la Universidad de Buenos Aires, militó en la Guardia de Hierro (GH), una agrupación entre tantas del amplio espectro peronista. Operó entre 1962 y 1974, en confrontación con las dictaduras y gobiernos sin elecciones libres que siguieron al derrocamiento de Juan Domingo Perón en 1955 y también contra aquellos movimientos del mismo y amplio marco político que fueron favorables a la lucha armada.

GH tuvo cercanía en aquel principio de los años 70 del siglo pasado con un  sacerdote que con solo 36 años se desempeñaba como provincial de los jesuitas: Jorge Bergoglio, al actual papa Francisco, como confirma Alejandro el gallego Álvarez, fundador de GH, en un artículo publicado por El Cronista. 

Muchos años después, los caminos de Bonadio y Bergoglio se volvieron a cruzar en la causa de la Tragedia de Once —un siniestro ferroviario en Buenos en 2012 que casó 51 muertes— que movió la sensibilidad e interés del sacerdote. Como consecuencia de la cercanía entre el juez, y el jesuita y arzobispo, Bonadio sería recibido por Francisco en audiencia privada en 2014, según destaca Infobae.

Bonadio empezó su carrera en la justicia en 1994 de la mano de Carlos Menem. Y a pesar de la "discreción" que le endilga su secretaria por 20 años, Mónica —que ayer lamentaba desconsolaba el deceso—, el nombre del juez no fue ajeno a la polémica, a la que sobrevivió pero también persiguió hasta el día de su muerte.

El diario La Nación de Buenos Aires traza un resumen rápido de sus actuaciones judiciales más controvertidas: cinco causas contra Cristina Fernández, a la que citó a siete indagatorias en un solo día y le dictó nueve prisiones preventivas.

Una de esas causas, la de los cuadernos de la corrupción, —las anotaciones realizadas por Oscar Centeno, exchofer  de un funcionario publico, relativas al pago de sobornos— apunta a la actual vicepresidenta y espera fecha para el inicio del proceso.

Testarudo y muy trabajador, para unos; parcializado y soberbio, para otros; Claudio Bonadio no dejó indiferente a los que lo conocieron en la política y en la aplicación de la justicia. Algunos, como uno de los abogados de la vicepresidenta Fernández, Gregorio Dalbón, fue más allá en sus tuits.

Bonadio sostenía la defensa de sus actuaciones en las pruebas que contenían los expedientes. "No fui reprochado por la Cámara Federal", insistía. La pregunta ahora es el giro que tomarán las causas del juez fallecido.