Confianza del consumidor sigue en zona de "moderado pesimismo"

La última medición divulgada este martes muestra que el ICC cayó dos décimas respecto a diciembre, hasta 47,8 puntos, y se ubicó apenas por debajo de igual mes de 2017 (-1,3%).

La estabilidad del ICC en el mes resulta de cambios que se neutralizaron entre sí.

Entre los indicadores de confianza económica, los cambios más relevantes de enero se dieron en la contracción del índice de expectativas de inflación de los consumidores (-11,8 puntos), que revirtió el fuerte salto que registró en diciembre, cuando en el marco del anuncio de aumentos de las tarifas públicas, alcanzó su máximo histórico.

También se destaca la contracción del índice que mide las expectativas de ingresos de la familia, que quedó en el valor más bajo desde junio de 2016 (-9,2 puntos).

Si se observa lo ocurrido en 2017, el ICC promedio permaneció en zona de pesimismo, y estancado en niveles del segundo semestre de 2016, aunque el "efecto arrastre" tras la recuperación respecto al primer semestre de 2016, período de mínimos históricos en materia de confianza económica, explica el mejor desempeño anual.

El 2017 fue el tercer año consecutivo en que el consumidor uruguayo se ubicó en zona "moderado pesimismo" económico, con un promedio del ICC para el año de 48,1 puntos. Este promedio resulta 2,5 mayor que el de 2016 y similar al de 2015 (-0,7 puntos).

La mayor predisposición a la compra es lo que termina explicando el menor pesimismo de 2017, ya que la percepción más optimista sobre la "situación económica personal" se neutralizó con el mayor pesimismo en materia de "situación económica del país", en particular en materia de expectativas a futuro, según explica el informe de la Cátedra Sura de Confianza Económica de la Universidad Católica, encargada de elaborar el índice junto con Equipos Consultores.

En diciembre, con un tipo de cambio que continuó a la baja y la mayor liquidez propia del mes de cobro de aguinaldos, la predisposición a la compra de bienes durables recuperó 3,9 puntos de los 7,2 perdidos en noviembre, quedando luego estable en enero.

De ese modo, el último trimestre de 2017 cerró con una predisposición a la compra ligeramente al alza, lo que permite esperar que el consumo mantendría su ritmo expansivo.

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