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Cooperativas requieren eficiencia
El razonable reclamo gubernamental de eficiencia a las empresas gestionadas por sus trabajadores generó, en un encuentro en el PIT-CNT, protestas sin fundamento de los cooperativistas presentes. La necesidad de que esas empresas sean competitivas, sin descansar en rescates del Estado, ha vuelto a replantearse con el caso de Fripur. La importante planta pesquera, cerrada hace dos meses, está a la espera de que aparezcan inversores que la reabran. Como hasta ahora solo un consorcio hispano-libanés ha mostrado interés firme, el sindicato de sus trabajadores plantea la alternativa de convertirla en cooperativa con voluminosa ayuda financiera del Banco República.
Fripur tiene una deuda de US$ 59 millones con el banco estatal que, bajo el proyecto sindical, tendría que renunciar a buena parte de esa suma y postergar el cobro del resto. De prosperar la solución que propone el sindicato, constituiría el mayor gasto del gobierno en esta área, superando los US$ 15 millones que el Fondo para el Desarrollo (Fondes) aportó a Alas Uruguay. La idea de empresas cooperativas, propulsada por el expresidente José Mujica, se basa en defender puestos de trabajo. Pero, como lo ha demostrado la experiencia, conlleva el peligro de asignar recursos fiscales cuantiosos sin adecuadas garantías de viabilidad. Esto ha resultado en que de 53 cooperativas financiadas por el Estado, unas pocas han tenido éxito, muchas cayeron en mora y siguen esperando ayuda estatal y otras fracasaron y bajaron la cortina.
Estas experiencias se reflejaron en las advertencias formuladas a los cooperativistas en el PIT-CNT por Álvaro García, director de la Oficina de Planificación y Presupuesto, y por Gustavo Bernini, presidente del Instituto Nacional del Cooperativismo. García señaló que “es importante” que los trabajadores “puedan tener la propiedad de los medios de producción”. Pero enfatizó que el sistema capitalista que rige en casi todo el mundo requiere que actúen “de manera eficiente, de manera competitiva”. Ante las protestas que generaron las palabras de García, Bernini remachó que “en cualquier sistema es importante ser eficiente, no solo en el capitalismo”.
Las exposiciones de ambos jerarcas reafirman la posición del presidente Tabaré Vázquez de actuar con la prudencia y la previsión técnica que le faltó a Mujica con el Fondes. El expresidente creó este organismo para financiar empresas autogestionadas, a un costo de decenas de millones de dólares y resultados que no lo justificaron. A los tropiezos en muchos casos se agregó el de Alas Uruguay. Tres años después del cierre de Pluna, esta pequeña sucesora incierta de la aerolínea desaparecida no ha podido empezar a operar. Y cuando lo haga, tendrá dificultades para competir en un mercado complejo y dominado por grandes consorcios aéreos, como señaló el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi al expresar dudas sobre el futuro de la aerolínea. Incluso se esfumó la meta de Mujica de defender los más de 700 empleos de Pluna, ya que apenas 125 personas trabajan en Alas Uruguay. Vázquez reformó drásticamente la estructura del Fondes para evitar el gasto descuidado de su antecesor en proyectos poco viables. La nueva política está sensatamente dirigida tanto a evitar gasto público no justificado como a asegurar un equilibrio criterioso en el respaldo a empresas cooperativas, basado en su viabilidad económica.
