La propagación del coronavirus en América Latina obligó a Uruguay y Brasil a decidir cerrar sus fronteras para evitar que el virus continúe avanzando. La decisión fue publicada en el Diario Oficial de Brasil en la noche del domingo y confirmada por el canciller de Uruguay, Ernesto Talvi, en una rueda de prensa durante el arribo de uruguayos que estaban varados en Perú.
El documento brasileño señala que la medida durará treinta días aunque podrá extenderse por razones sanitarias y alcanza a todos los extranjeros que por vía terrestre quieran ingresar provenientes de Uruguay.
La cifra de personas infectadas por coronavirus en Uruguay asciende a 158, mientras que Brasil registra 1.546 contagios y 18 muertos.
Talvi dijo que el decreto de Uruguay, que se publicará este lunes en el Diario Oficial es “espejo”. "El objetivo central de esta normativa es garantizar la seguridad sanitaria de Uruguay y Brasil y, al mismo tiempo, evitar inconvenientes diarios a los ciudadanos de ambos países que viven en la frontera", expresó el canciller.
La resolución, denominada “Portaria Nº 132” explicita que podrán cruzar de un país al otro quienes estén transportando cargas y quienes residan en la frontera y tengan un “documento de residencia fronterizo” u otro “documento de respaldo”.
La medida también permite ingresar a Brasil a los brasileños y sus cónyuges uruguayos, los uruguayos que tengan hijos nacidos en Brasil y diplomáticos acreditados, entre otros. De forma análoga, podrán ingresar desde territorio brasileño al territorio de Uruguay solamente ciudadanos uruguayos y extranjeros residentes en Uruguay.
Talvi reconoció el sábado que la comunicación con su par Ernesto Araújo era “constante” debido a que estaban terminando de establecer el régimen especial para las ciudades fronterizas.
“Compartimos una frontera seca muy amplia, con ciudades binacionales que tienen una vida en común”, justificó este domingo y agregó que los objetivos eran proteger la salud de la población sin ser disruptivos con el funcionamiento de ciudades que “son una” a pesar de tener “dos países involucrados”.
El fin de semana, el Ministerio de Salud Pública incluyó a Brasil en la lista de países de riesgo. "El cierre parcial de fronteras, implica una cuarentena obligatoria de 14 días para pasajeros provenientes de las áreas declaradas de riesgo o sintomáticas", señala la página del ministerio.
El artículo 5 aclara que la restricción no impide la ejecución de acciones humanitarias “transfronterizas” que fueron previamente autorizadas por las autoridades sanitarias locales.
El punto es de particular interés para Uruguay, ya que este domingo, antes que se publicara la resolución, Talvi envió una nota verbal a través de la embajada en Brasilia en la que pidió adoptar los “recaudos necesarios” para que los pasajeros uruguayos que están haciendo escala en el Aeropuerto Internacional de San Pablo no se vieran afectados.
“Como medida de facilitación, Uruguay se encuentra previendo que, en el caso de ciudadanos uruguayos que no cuenten con pasaje aéreo para regresar, el regreso pueda realizarse por medios terrestres, en un formato que dé garantías a las autoridades migratorias y sanitarias de Brasil. Ello requeriría que se autorice la salida de estos pasajeros de la zona de arribos del Aeropuerto Guarulhos, para abordar buses que los estarían esperando para transportarlos directamente hacia Uruguay”, señala la nota diplomática a la que accedió El Observador.
La cancillería identificó al menos 130 uruguayos varados en Brasil, que estaban de vacaciones o en tránsito en ese país.
La resolución oficial brasileña no aclara si estos retornos solicitados por Uruguay fueron aceptados por el gobierno encabezado por Jair Bolsonaro.
La nota verbal fue enviada luego que Uruguay fuera notificado que desde el lunes se restringía la entrada a pasajeros extranjeros que vinieran en vuelos internacionales desde China, la Unión Europea, Australia, Japón, Malasia, Corea del Sur, Islandia, Noruega, Suiza, Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
La decisión de cerrar fronteras con Brasil se suma a la ya tomada conjuntamente con Argentina y que rige desde el martes 17 de marzo. La medida, en este caso, incluye las fronteras aéreas y fluviales, aunque no incluye el transporte de mercadería y la ayuda sanitaria.
Los uruguayos que están en el exterior y los residentes extranjeros en el país podrán seguir ingresando sin perjuicio del cierre de fronteras.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, afirmó que la medida se acordó con su par argentino Alberto Fernández, ya que el gobierno constató que muchos ciudadanos europeos estaban saliendo de Argentina e intentando volver a sus países a través de Uruguay.
Argentina cerró sus fronteras el domingo 15 y actualmente está en cuarentena obligatoria.
Lacalle Pou había dicho que en las fronteras con Brasil el caso era "más complejo".
Además del cierre de fronteras con los dos países, los vuelos provenientes del extranjero solo podrán aterrizar en el aeropuerto internacional de Carrasco y en el de Laguna del Sauce. "Esta medida busca asegurar el control epidemiológico en los aeropuertos. En esos los tenemos", expresó el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, la semana pasada.
Uruguay también cerró los puertos deportivos que no cuentan con puestos de migraciones, por lo que solo quedan operativos los de Carmelo, Colonia, Montevideo y Punta del Este.
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