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Corte juzgará y decidirá el 24 de enero si envía a prisión a Lula
La decisión del tribunal federal definirá si Lula puede o no ser candidato en las elecciones de 2018
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12 de diciembre de 2017 a las 17:39
El recurso presentado por el expresidente brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva contra una sentencia que lo condenó a casi diez años de cárcel por corrupción será analizado el próximo 24 de enero, informó este martes el tribunal federal de Porto Alegre (sur), que lleva el caso.
Tres jueces deberán emitir su voto en la audiencia en la que no es obligatoria la presencia del exmandatario. "Por lo que hemos visto en estos procesos, las partes no acostumbran participar", explicó la asesoría de comunicaciones del tribunal.
La decisión del tribunal federal definirá si Lula puede o no ser candidato en las elecciones de 2018. Si la condena se mantiene, el expresidente queda inelegible, y el escenario electoral sufrirá un gran cambio. Su única carta sería presentar una nueva apelación (ver apunte) buscando revertir la situación.
La fecha se definió luego de un pedido emitido por el integrante de la corte Leandro Paulsen, juez del Caso Lava Jato, según informa el diario Folha.
Este caso fue tramitado en tiempo récord, según un reportaje del periódico paulista, ya que fue el más rápido entre todas las apelaciones de la operación Lava Jato con origen en Curitiba. Demoró 142 días entre la condena y el inicio de la tramitación del recurso en segunda instancia.
Los abogados del expresidente (2003-2010) pidieron al tribunal el orden cronológico de los recursos de apelación desde la fecha de entrada hasta la apelación del exmandatario.
Si bien enfrentó otros procesos judiciales, este fue el más relevante porque por primera vez en la historia un presidente brasileño era condenado por corrupción. Según el magistrado, el expresidente aceptó sobornos de parte de la constructora OAS por un total de US$1,1 millones en un triplex a nombre de su difunta esposa en la localidad costera de Guarujá, en San Pablo.
"Para evitar traumas", según señaló Moro, no ordenó la prisión inmediata del mandatario, quien apeló la sentencia, por lo que todavía es candidato a las elecciones de 2018, en las que el exlíder sindical de 72 años sigue siendo el candidato favorito.
El caso se inscribe en la Operación Lava Jato, que reveló multimillonarios desvíos de fondos de la petrolera estatal hacia todo el arco político.
El exmandatario de izquierda, que enfrenta otros cinco procesos, niega cualquier hecho de corrupción y denuncia una persecución judicial que se propone impedir que vuelva al poder y neutralizar a su fuerza política, al Partido de los Trabajadores (PT).
"Hasta ahora existía una discusión sobre la condena impuesta al expresidente Lula en primera instancia sin prueba alguna de su culpabilidad y despreciando las pruebas presentadas sobre su inocencia", afirmó el abogado Cristiano Zanin Martins en un comunicado. "Ahora tenemos que debatir también el caso bajo la perspectiva de una violación de la isonomía [igualdad ante la ley] de trato", agregó.
"Esperamos que la explicación para esa tramitación en tiempo récord haya sido la facilidad para constatar la nulidad del proceso y la inocencia de Lula", concluyó.
Los mercados, que ven a Lula como una amenaza para la continuidad de las políticas de ajustes del presidente Michel Temer, celebraron la noticia de lo que podría ser un golpe letal para las aspiraciones del exlíder sindical.
Compra de silencio. Esta denuncia contra Lula fue por su supuesta participación de un plan para comprar el silencio de un exdirectivo de Petrobras que declararía ante la justicia por el Lava Jato.
Instituto Lula. Esto lo vincula con la polémica constructora Odebrecht. Se lo acusa de asumir el compromiso de compra de un terreno para levantar el Instituto Lula, algo que luego no ocurrió.
Banco de fomento. También vinculado con Odebrecht, se lo acusa de haber usado su influencia para que el banco de fomento estatal ayudara a la constructora a conseguir contratos en Angola.
Aviones de combate. Se lo acusa también de tráfico de influencias en una multimillonaria compra de aviones de combate por parte del Estado brasileño, que se consumó en el gobierno de Rousseff
Tres jueces deberán emitir su voto en la audiencia en la que no es obligatoria la presencia del exmandatario. "Por lo que hemos visto en estos procesos, las partes no acostumbran participar", explicó la asesoría de comunicaciones del tribunal.
La decisión del tribunal federal definirá si Lula puede o no ser candidato en las elecciones de 2018. Si la condena se mantiene, el expresidente queda inelegible, y el escenario electoral sufrirá un gran cambio. Su única carta sería presentar una nueva apelación (ver apunte) buscando revertir la situación.
La fecha se definió luego de un pedido emitido por el integrante de la corte Leandro Paulsen, juez del Caso Lava Jato, según informa el diario Folha.
Este caso fue tramitado en tiempo récord, según un reportaje del periódico paulista, ya que fue el más rápido entre todas las apelaciones de la operación Lava Jato con origen en Curitiba. Demoró 142 días entre la condena y el inicio de la tramitación del recurso en segunda instancia.
Los abogados del expresidente (2003-2010) pidieron al tribunal el orden cronológico de los recursos de apelación desde la fecha de entrada hasta la apelación del exmandatario.
Juicio
En julio de este año Lula fue señalado culpable de corrupción y lavado de dinero y condenado a 9 años y medio de prisión por el juez Sergio Moro a cargo del caso Lava Jato, por el que han ido presos empresarios y políticos de todos los partidos de Brasil.Si bien enfrentó otros procesos judiciales, este fue el más relevante porque por primera vez en la historia un presidente brasileño era condenado por corrupción. Según el magistrado, el expresidente aceptó sobornos de parte de la constructora OAS por un total de US$1,1 millones en un triplex a nombre de su difunta esposa en la localidad costera de Guarujá, en San Pablo.
"Para evitar traumas", según señaló Moro, no ordenó la prisión inmediata del mandatario, quien apeló la sentencia, por lo que todavía es candidato a las elecciones de 2018, en las que el exlíder sindical de 72 años sigue siendo el candidato favorito.
El caso se inscribe en la Operación Lava Jato, que reveló multimillonarios desvíos de fondos de la petrolera estatal hacia todo el arco político.
El exmandatario de izquierda, que enfrenta otros cinco procesos, niega cualquier hecho de corrupción y denuncia una persecución judicial que se propone impedir que vuelva al poder y neutralizar a su fuerza política, al Partido de los Trabajadores (PT).
"Hasta ahora existía una discusión sobre la condena impuesta al expresidente Lula en primera instancia sin prueba alguna de su culpabilidad y despreciando las pruebas presentadas sobre su inocencia", afirmó el abogado Cristiano Zanin Martins en un comunicado. "Ahora tenemos que debatir también el caso bajo la perspectiva de una violación de la isonomía [igualdad ante la ley] de trato", agregó.
"Esperamos que la explicación para esa tramitación en tiempo récord haya sido la facilidad para constatar la nulidad del proceso y la inocencia de Lula", concluyó.
Los mercados, que ven a Lula como una amenaza para la continuidad de las políticas de ajustes del presidente Michel Temer, celebraron la noticia de lo que podría ser un golpe letal para las aspiraciones del exlíder sindical.
CINCO PROCESOS
Empresa automotriz. Se trata de una denuncia por la firma de una medida legislativa en 2009 que le dio beneficio tributarios a las empresas automotoras MMC (Mitsubishi) y Caoa.Compra de silencio. Esta denuncia contra Lula fue por su supuesta participación de un plan para comprar el silencio de un exdirectivo de Petrobras que declararía ante la justicia por el Lava Jato.
Instituto Lula. Esto lo vincula con la polémica constructora Odebrecht. Se lo acusa de asumir el compromiso de compra de un terreno para levantar el Instituto Lula, algo que luego no ocurrió.
Banco de fomento. También vinculado con Odebrecht, se lo acusa de haber usado su influencia para que el banco de fomento estatal ayudara a la constructora a conseguir contratos en Angola.
Aviones de combate. Se lo acusa también de tráfico de influencias en una multimillonaria compra de aviones de combate por parte del Estado brasileño, que se consumó en el gobierno de Rousseff
