Crecen los interrogantes sobre la presencia militar directa estadounidense en Ucrania

Su Resolución Privilegiada de Investigación, que obliga a Biden a notificar a la Cámara la cantidad exacta de militares estadounidenses dentro de Ucrania y a entregar “copias de todos y cada uno de los documentos que describen los planes para la asistencia militar a Ucrania”, llega una semana después de que el soldado de la Fuerza Aérea Jack Teixeira filtrara documentos del Pentágono mostrando fuerzas especiales de Estados Unidos no reportadas previamente dentro de la zona de guerra, según informa Kelley Beaucar Vlahos en Responsible Statecraft.

De acuerdo con los documentos filtrados, hasta marzo había 97 miembros de fuerzas especiales de países de la OTAN operando en Ucrania, incluidas 14 estadounidenses.

El periódico inglés The Guardian le pidió al Departamento de Defensa (DoJ) que confirmara o desmintiera la información, la respuesta fue que “no vamos a discutir ni confirmar información clasificada debido al impacto potencial en la seguridad nacional, así como en la seguridad de nuestro personal y los de nuestros aliados y nuestros socios”.

El teniente coronel Davies, consultado por Responsible Statecraft, dijo que “es totalmente apropiado que el pueblo estadounidense sepa, con autoridad, si hay tropas estadounidenses involucradas en operaciones militares dentro de Ucrania, y exigir un cambio si no nos gusta la respuesta”.

“La historia estadounidense está plagada de demasiados ejemplos de presidentes que emplean en secreto a las tropas estadounidenses sin el consentimiento o el conocimiento de nuestro pueblo. Casi siempre sale mal cuando los presidentes se encubren con nuestras tropas”, agregó el militar.

Es sabido por distintos informes y denuncias que, a partir de junio de 2022, la CIA tenía una fuerte presencia en Ucrania, involucrando una red de comandos y espías con socios europeos creada para proporcionar armas e inteligencia militar a Ucrania.

Según informó el New York Times, “incluso cuando la administración Biden ha declarado que no desplegará tropas estadounidenses en Ucrania, algunos agentes de la CIA han continuado operando en el país en secreto, principalmente en la capital, Kiev, dirigiendo gran parte de las enormes cantidades de inteligencia que Estados Unidos comparte con las fuerzas ucranianas”.

Los periodistas Ken Klippenstein y Jim Risen, del medio digital de investigación The Intercept, informaron en octubre de 2022 que “hay una presencia mucho mayor de recursos y personal de operaciones especiales de la CIA en Ucrania de lo que se sabe públicamente.”

Revelaron que varios oficiales de inteligencia anteriores y actuales les dijeron que las operaciones encubiertas se estaban llevando a cabo “bajo una iniciativa de acción encubierta presidencial”, por lo que solo se notificó a un puñado de legisladores del Congreso.

En noviembre, la administración anunció que enviaría un equipo de militares “inspectores de armas” a Ucrania para realizar un seguimiento de los envíos de armamentos que realiza el Pentágono, pero que estarían lejos de los combates. También ese mes, el Departamento de Defensa confirmó que establecería un nuevo comando de fuerzas conjuntas llamado Grupo de Asistencia de Seguridad de Ucrania, o SAGU, con base en el cuartel general de Europa y África del Ejército de Estados Unidos en Wiesbaden, Alemania, y dirigido por un general de 3 estrellas para “manejar envíos de armas y capacitación de personal”.

En febrero de este año, el Washington Post informó que el Pentágono quería revivir las órdenes previas a la guerra de Ucrania que les permitirían insertar comandos en forma de "equipos de control" para dirigir los operativos ucranianos para contrarrestar la desinformación rusa y monitorear los movimientos de tropas en el territorio.

Esto requeriría que el personal estadounidense esté en Ucrania o en un país vecino. Washington había estado operando tales equipos en Ucrania bajo la Sección 1202 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional de 2019 hasta la invasión del año pasado.

Nick Turse, periodista de investigación y director asociado del blog TomDispatch, que ha escrito extensamente sobre las operaciones encubiertas de Estados Unidos en otras partes del mundo, dijo que la reciente filtración que muestra las fuerzas de operaciones especiales en Ucrania “no es una sorpresa”.

"Bajo autoridades poco conocidas, los operadores especiales realizan misiones sombrías, a veces indistinguibles del combate, sin el conocimiento del pueblo estadounidense y la mayoría de los miembros del Congreso”, agregó.

Por otro lado, otras voces, como la de Alexander Vindman, un exteniente coronel del Consejo Nacional de Seguridad, están pidiendo a Biden que envíe más “contratistas” a Ucrania desde el principio de la guerra.

Otros expertos y asesore han dicho que se deberían insertar "contratistas operativos" en Ucrania, no para luchar, sino para ayudar a los ucranianos a entrenar y operar el armamento sofisticado que Washington está enviando allí.

Si bien no hay certeza del número de personal norteamericano desplegado en el terreno, sí se sabe que actualmente hay muchos contratistas militares privados en Ucrania de países de la OTAN que trabajan en extracción, capacitación y ayuda humanitaria, pero, hasta donde se sabe no figuran en las listas de pago de Estados Unido.

El uso de contratistas, ya sean estadounidenses o terceros, se ha generalizado desde que Estados Unidos lanzó la guerra global contra el terrorismo después de los atentados a las Torres Gemelas.  Según el Servicio de Investigación del Congreso, a finales de 2022 había aproximadamente 22.000 contratistas trabajando para el Departamento de Defensa en toda el área de responsabilidad del Comando Central de Estados Unidos.

“Es muy probable que los contratistas sean una parte importante de la presencia de personal estadounidense en Ucrania”, especuló el periodista y escritor especializado en temas de defensa y política exterior en el Instituto Cato.

 “Mi expectativa es que se utilizarían para la operación y el mantenimiento de los sistemas de armas más avanzados que la OTAN le ha dado a Kiev”, le dijo este lunes a Responsible Statecraft.

Según Carpenter, “otra pregunta interesante es cuántos empleados de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) y del Pentágono, así como contratistas, podrían estar ayudando a Ucrania con información de objetivos para ataques contra las fuerzas rusas. Algunas de las operaciones parecían demasiado sofisticadas para las capacidades conocidas que poseía Ucrania cuando comenzó la invasión”.