Salto es su bastión. Es el departamento donde espera buena parte de su caudal electoral. Tiene esos votos norteños calculados, los compara con la elección anterior y pronostica qué puede pasar esta vez. José Amorín Batlle sabe que será el precandidato colorado ganador en el departamento, sin embargo, el paisaje urbano parece esconderlo. Si uno recorre la ciudad —aunque se topará continuamente con militantes que recogen votos para él, encontrará decenas de locales que impulsan su precandidatura y verá quince listas diferentes con el sublema Uruguay Batllista— no encontrará fácilmente una foto del sobrino del expresidente Jorge Batlle.
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