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Cuatro historias de personas removidas de la calle por el decreto de asistencia obligatoria
Una mujer que es insulinodependiente sufría un coma diabético, un joven fue encontrado desnudo a punto de morir en una esquina, otra mujer –tapada con nylon en pleno temporal –presentaba un cuadro de hipotermia. Son algunos ejemplos en los que se ha aplicado el decreto que faculta a los ministerios de Desarrollo Social, Salud Pública, Interior y la Administración Nacional de Salud del Estado (ASSE) a brindar “asistencia obligatoria” a las personas en situación de calle, aún contra su voluntad.
“Hace 50 años que vivo en la calle ¡sabés cuántos temporales pasé!”, le gritó la mujer tapada con nylon al equipo de ASSE que se trasladó a Toledo (Canelones), luego de que el Mides solicitara su intervención. La mujer fue trasladada en ambulancia a un hospital por efectivos policiales, luego de que el equipo de salud constatara que su vida estaba en riesgo, según relató la directora Nacional de Protección Social, Fernanda Auresperg. La jerarca dijo a El Observador que “el sistema está aceitado”.
También contó que una madrugada en la que la playa parecía desierta, un equipo del Mides se encontró con una carpa en medio de la arena. Adentro encontraron a un hombre de 81 años, su hija y la pareja de ella. Un médico los examinó. Los jóvenes no presentaban ningún riesgo, pero el hombre mayor sufría de algunas patologías que lo comprometían. En ese caso no se lo trasladó a un centro hospitalario, sino a un refugio del Mides.
En tanto, a la mujer insulinodependiente que el Mides encontró en coma diabético, se le debió amputar parte de un pie. Si bien el Mides ya había estado en contacto con ella, habían tenido problemas para derivarla a un centro de salud. Luego del alta médica, se alojó en el Centro de Recuperación Tarará de la cartera en el que se asiste a las personas que necesitan atención pos hospitalaria.
Además de las patologías de salud física, Mides y ASSE intentan convencer también a aquellos con patologías mentales. El joven que estaba desnudo en una esquina sufría diferentes patologías mentales. Al día de hoy está en un programa de recuperación de adicciones y se atiende en un centro de salud mental del servicio público.
Qué establece el decreto
El decreto que reglamentó la ley N° 18.787, aprobada el 27 de julio del 2011, faculta a los ministerios de Desarrollo Social, Salud Pública, Interior y la Administración Nacional de Salud del Estado (ASSE) a brindar “asistencia obligatoria” a las personas en situación de calle, aún contra su voluntad.
La ley consta de un solo artículo que establece: “Las personas de cualquier edad, que se encuentren en situación de intemperie completa, con riesgo de graves enfermedades o incluso con riesgo de muerte, podrán ser llevadas a refugios u otros lugares donde puedan ser adecuadamente asistidas, aun sin que presten su consentimiento, siempre que un médico acredite por escrito la existencia de alguno de los riesgos indicados en la presente disposición y sin que ello implique la privación correccional de su libertad”. La normativa fue propuesta por la entonces senadora Mónica Xavier, pero nunca había sido reglamentada por discordancias dentro del Frente Amplio.
El decreto determinó el Plan de Acción para actuar y detalla que cuando un equipo del Mides identifique a una persona en situación de calle “que en apariencia presentan riesgos de graves enfermedades y/o riesgo de muerte, deberá requerir a ASSE el envío de personal médico para que brinde la atención correspondiente”. “Previo a la atención y/o traslado coactivo se deberá contar con informe escrito de un médico que acredite la existencia de riesgos de graves enfermedades y/o de muerte de la persona, y en el cual se disponga la medida inmediata sugerido”, agrega.
Entre 20 y 30 consultas por día
El pasado 25 de junio se inauguró un policlínico móvil del Mides y ASSE a bordo de un ómnibus donado por Cutcsa. Trabaja de 8 a 20 horas y tiene un cronograma semanal en el que se informa en qué zona atenderá. Actualmente atiende entre 20 y 30 personas por día, lo que significa un promedio de entre 15 y 20 minutos por paciente.
El equipo consta de un médico, un enfermero de ASSE y un educador técnico social del Mides. “Tiene momentos en los que se para a la intemperie donde se sabe que hay población crónica de calle. Parque Rodó, Mercado Modelo, Cementerio del Buceo, son lugares que es sabido que hay personas en situación de calle y que por varias razones no pueden acceder a centros”, indicó Auersperg.
Allí se les ofrece el servicio médico y se lo deriva –si es necesario- al servicio hospitalario correspondiente. El técnico social del Mides agenda la consulta, o lo guía hacia el comedor más cercano. En caso de que estén indocumentados, los ayudan a comenzar los trámites.
El decreto se ha utilizado en el interior del país, pero el 88% de la población en calle está en Montevideo. El segundo con más cantidad es Canelones y el Mides pretende abrir un policlínico móvil allí también. Está “muy diseminado: Las Piedras, Pando, Ciudad de la Costa, este ómnibus va a estar recorriendo todas las localidades”, dijo la directora de Protección Social.
En el resto del país, los Centros de Emergencia Departamental (Cecoed) toman mayor protagonistas a la hora de tratar con las personas en situación de calle. Trabajan en coordinación con las oficinas territoriales del Mides.
