El HMS Beagle hizo dos viajes transatlántico

Espectáculos y Cultura > Libros

Darwin, una travesía accidentada y el libro que tomó 10 años: Simioinglés, ganador del Bartolomé Hidalgo

La novela histórica de Alberto Gallo que ganó en la categoría narrativa del premio hace algunos días, sigue el segundo viaje del HMS Beagle y sus repercusiones
Tiempo de lectura: -'
19 de noviembre de 2022 a las 05:05

Empieza con un suicidio, y no con el suicidio de cualquiera. Él, el hombre que está tendido en la silla chorreando fluidos de distintos colores y un corte en la yugular con la profundidad exacta como para sacarlo de circulación, es el capitán Robert Fitzroy, alguien que dirigió no una sino dos veces el HMS Beagle por el océano Atlántico, el estuario del Plata y adyacentes. El que reclutó una tripulación cargada de miserias, pecados y deudas con el pasado que, sin embargo, también llevaba encima una pizca del futuro: a Charles Darwin y los descubrimientos que, eventualmente, ese naturalista inglés haría y que se convertirían tres décadas después en El origen de las especies, el libro cataclísmico. La teoría que despertó el debate del siglo. Ese que dice que, en el fondo, solo somos monos un poco más evolucionados, y nada más. 

Las coordenadas de arranque anteriores son las de Simioinglés, una novela del autor uruguayo Alberto Gallo que fue editada en marzo de este año por el sello Tusquets de Planeta y que hace algunas semanas volvió a llamar la atención por su victoria en la categoría narrativa del premio Bartolomé Hidalgo, que se entrega anualmente durante la Feria Internacional del Libro. Junto a la novela de Gallo también fueron finalistas en ese mismo apartado Una vida llena de propósito, de Pablo Casacuberta, y Cráteres artificiales, de Rosario Lázaro Igoa. 

Gallo estuvo, según ha declarado en algunas entrevistas y en la propia ceremonia de entrega del premio, trabajando durante más de 10 años para reconstruir el derrotero de su novela más ambiciosa, que narra el segundo viaje transatlántico de ese buque inglés capitaneado por Fitzroy.

A partir de los diarios de viaje, así como de otros documentos referentes a la historia real y unos cuantos libros, el autor recorre los hechos principales del trayecto que comenzó el 27 de diciembre de 1831 y atracó el 2 de octubre de 1836, y los salpica con una buena dosis de ficción que manda directo a Simioinglés al estante de la novela histórica y policial. Y esto sucede porque, al margen del personaje de Darwin —que durante buena parte de la historia no es, todavía, ese Darwin—, lo que predomina es otra cosa: una suerte de descenso a las tinieblas de la moral, a los demonios humanos y los fantasmas de una sociedad al borde de la corrupción que, empujada a la nada, se bestializa cada vez más con el paso de los días. 

En ese espectro, y entre una pléyade de personajes adobados por la sal y el trabajo a bordo, aparece la figura de Fuegia, una nativa de Tierra del Fuego a la que, durante el primer viaje del Beagle, Fitzroy adopta —secuestra— para, junto con otros coterráneos, enseñarle las costumbres de su sociedad y de alguna forma “civilizar”. El segundo viaje del Beagle, entonces, tendrá también como misión devolver a esta preadolescente a su tierra originaria, y Fitzroy deberá ocuparse de que llegue sana, salva y sin las heridas provocadas por una tripulación peligrosa y sin demasiados tapujos a la hora de seguir el dictamen de la violencia más arraigada. Una vez que bajen las defensas y un hecho atroz se consume, empezará la investigación y los focos de la novela policial se encenderán.

Simioinglés ganó el premio Bartolomé Hidalgo

Simioinglés, el comienzo de una eventual “trilogía de la impunidad” que Gallo tiene planificada, es uno de los hallazgos de la literatura uruguaya en 2022. Su abordaje de los aspectos formales, para empezar, es bastante peculiar. La oralidad está desatada y, entre otras cosas, el autor prescinde de las mayúsculas para los nombres propios —a excepción del caso de Fuegia—, un recurso que trabaja a favor de la noción totalizadora y de masa uniforme que puede percibirse desde afuera en el Beagle.  

Sin embargo, cuando subimos al barco la cosa cambia. Porque Gallo, que también es periodista, docente y cuyo último libro publicado data de 2010, demuestra gran capacidad para identificar el pulso de la ficción en el terreno real —o al menos, en lo que está documentado— y explotarlo en función de las necesidades de su historia. En esa línea, los retratos de Fitzroy y los distintos tripulantes del Beagle alcanzan la singularidad en medio de un contexto resbaloso y se imponen como figuras con historias, deseos, pasados y falencias. La sucesión de los episodios del viaje además, separados en ocasiones por una distancia de tiempo considerable, no afectan la pintura general, sino que apuntalan un efecto opuesto: las elipsis, los silencios, los secretos que se cuecen en el Beagle hacen que como lectores estemos todavía más vinculados a ese ecosistema inestable, capaz de explotar entre la desesperación, el tedio y la posibilidad de la aventura.

De esta forma, en la travesía de Fitzroy, Darwin y compañía hay, por ejemplo, momentos de emoción genuina, como cuando uno de los tripulantes, ya muy enfermo, se despide para siempre de sus compañeros en Montevideo: “En ese momento, mientras el hms beagle desaparece en el horizonte, el señor augustus earle siente un golpe de soledad, aquí, justo en medio del pecho: está condenadamente solo y sin saber por dónde empezar a morirse”. O, también, escenas de una fuerza vívida y arrebatadora, como la que recrea una tormenta cerca del cabo de Hornos que casi deja a la nave hecha pedazos en 1832. 

Simionglés apareció a principios de año con timidez y lo cerró con mayor visibilidad por el Bartolomé Hidalgo, pero el arco de su, por el momento, breve existencia fuera de la ficción no le es imprescindible para defender sus virtudes: es una novela sólida, apasionante, que mantiene al lector prendido del camino de sus más que cuestionables personajes, que se eleva entre la obra del autor y ocupa una considerable posición al frente de lo que se ha publicado este año en Uruguay. Con viento a favor, Simionglés navega con holgura, velocidad y seguridad en las aguas del 2022. Vale la pena seguir su rumbo y lo que tiene para decir sobre esto que llamamos raza humana.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...