“Todo pasa por algo”, suele decirse como justificación a alguna situación muy negativa o a esas que encadenada -aparentemente sin sentido-, terminan dando como resultado algo sumamente positivo e inesperado. Es el caso de Esteban Echevarría, quien a través de una oportunidad laboral producto de una competencia gastronómica terminó en el camino de las acciones, los mercados, las operaciones bursátiles y su verdadera pasión: el trading.