Hace 12 años Megan Peacock trabajaba en una oficina en California, Estados Unidos, con archivos de grandes empresas. Pero con gusto por el trabajo artesanal y habiendo estudiado arte en la universidad un día decidió hacer un curso de hilado, que sin saberlo, cambiaría su vida por completo, llevándola de los edificios de California a los campos de Garzón.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá