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Dirigente socialista renunció al partido mientras el sector evaluaba investigarlo por trabajar en la reforma educativa del gobierno
El último punto de un nutrido orden del día para el Comité Central del domingo 4 de marzo rezaba "asuntos disciplinarios". La cúpula del Partido Socialista hubiera votado ese día el pase a Comisión de Disciplina –una suerte de tribunal de ética sobre presuntos apartamientos del estatuto– a un funcionario del Consejo de Formación en Educación (CFE) que trabaja en favor de la reforma educativa del gobierno, de no ser porque presentó su renuncia a la colectividad de Emilio Frugoni pocos días antes.
La carta de dimisión de Adémar Cordones al partido que supo integrar durante más de 40 años fue un hecho político en sí mismo, propiciando publicaciones en Facebook por parte de dirigentes de la minoría contra la dirección socialista. El docente de Colonia, que en 2021 fue consejero docente en el Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP –como suplente de quien ocupó el puesto que Robert Silva había dejado vacante– no reniega de su respaldo a la transformación educativa, uno de los buques insignia de la administración en la recta final del período.
Cordones se desempeña hoy como coordinador de los mentores encargados de acompañar a los docentes que empiezan a bajar al aula el modelo de competencias impulsado por la reforma, dentro de la secretaría académica del CFE. Su rol en esta administración y su defensa a las políticas impulsadas por el oficialismo le valieron la denuncia de la Agrupación de Educación del Partido Socialista, que pidió al Comité Central definir su pase a disciplina.
Así lo confirmó a El Observador el dirigente de esa área, actual secretario de Movilización de la Juventud Socialista y militante del Centro de Estudiantes del Instituto Profesores de Artigas (IPA), Maximiliano Santos, quien explicó que "una de las razones" responde a "la participación explícita de Adémar Cordones en la lista de Robert Silva en 2015 (con la que asumió como consejero docente antes de lanzarse a la campaña), contrario a las listas sindicales y a las que presentaron en su momento las Asambleas Técnico Docentes (ATD)".
Santos expuso en ese sentido que "la lista de Silva trataba de ir contra las resoluciones de la propia ATD, que es más que lo sindical". "Por lo tanto, eso supone ir en contra de los mecanismos que los trabajadores organizados tienen para llevar adelante sus convicciones", justificó el dirigente que, a su entender, ese accionar viola los estatutos partidarios.
La otra razón central esgrimida por Santos consiste en la "convicción" de Adémar Cordones en favor de la transformación educativa. "Si vemos las resoluciones de los Comité Central y declaraciones del Partido Socialista, hay una oposición tajante a este proceso. De continuar apoyando estas transformaciones, entendemos que el compañero tiene que hacerse cargo de lo que asume con convicción de que va a seguir trabajando para esto", afirmó el dirigente socialista.
Santos aseguró en este sentido que el proceso disciplinario corresponde cuando "hay un apartamiento sistemático de la línea definida por el partido". El dirigente mencionó como prueba del apoyo de Cordones a la reforma el hecho de que compartió en Facebook una frase "que el propio Robert Silva terminó sacando del programa para educadores para no profundizar el conflicto entre sindicatos y el Consejo", a raíz del reclamo sindical. A entender de Santos eso comprueba que el exdirigente socialista "compartía esa visión agraviante contra los sindicatos".
En otro orden apuntó contra su "parte activa" en los desalojos de estudiantes durante las ocupaciones impulsadas por los gremios en la segunda mitad del año pasado, "cuando su designación funcionarial en el Consejo no es desalojar a esos estudiantes". "Hay una incongruencia muy explícita entre las convicciones partidarias y la de la persona", concluyó.
El secretario general del Partido Socialista, Gonzalo Civila, dio por archivada la causa en el Comité Central del 4 de marzo ante la renuncia del compañero denunciado. No obstante ello, Santos advierte que de retornar a las filas socialistas, Cordones tendrá que afrontar el proceso de la denuncia pendiente.
El FA "debería haber tenido otra actitud"
Cordones dijo a El Observador que la denuncia nunca le llegó a ser comunicada por la vía formal, y que su salida respondió a la falta de espacios para debatir y contraponer ideas en la interna, un planteo recurrente que renovadores y exsocialistas disparan hacia la actual dirección socialista.
"Como Partido Socialista y como Frente Amplio deberíamos haber tenido otra actitud respecto a la transformación curricular. No se pueden señalar –desde mi punto de vista– grandes diferencias entre las políticas educativas implementadas por el gobierno del Frente y las de este gobierno", opinó el exdirigente "lata".
A entender de Cordones, algunas apuestas de la administración de Robert Silva como los centros María Espínola "tienen mucho que ver con la continuidad de políticas que ya se habían puesto en práctica". "El tema era lo suficientemente importante como para discutir en profundidad por encima de eslóganes superficiales", lamentó el docente.
Robert Silva reivindica a menudo que "hay mucha gente laburando en la reforma educativa que es votante del Frente Amplio". La oposición ha cuestionado la falta de diálogo con los docentes, academia y las familias, las "incertidumbres" que su puesta en práctica trae aparejadas, los recortes presupuestales, la poca profundidad de sus reformas, el afán electoral del presidente del Codicen, entre otros aspectos.
