El presidente del Sindicato de los Conductores de Autobuses de la ciudad de Guaraparí, Wallace Barao, fue asesinado a tiros esta mañana poco después de salir en auto de su casa en Vila Velha, ciudad en la región metropolitana de Victoria, la capital de Espíritu Santo.
Pese a que la secretaría regional de Seguridad Pública no divulgó
datos sobre la violencia en los últimos días, el Sindicato de los Policías Civiles informó que las muertes violentas llegaron a 106 desde que comenzó la huelga de uniformados.
Este jueves otros 550 miembros del Ejército y 100 de la Fuerza Nacional de Seguridad se sumaron a los 1.200 militares que vienen patrullando las calles desde el martes.
La gobernación de Espíritu Santo, que acusa a los policías de "chantajear" a la sociedad con su protesta, publicó la víspera un decreto por el que transfiere el control de la seguridad pública a las Fuerzas Armadas hasta el próximo día 16.
Familiares de los agentes mantienen bloqueadas las salidas de los cuarteles desde el sábado dado que los policías no pueden manifestarse ni hacer huelga porque están bajo el reglamento del Ejército.
La protesta responde a un reclamo de mejoras salariales y de las condiciones de trabajo para los 10.000 agentes, que perciben un sueldo básico de 2.642 reales (unos US$ 800) y llevan tres años sin aumentos.