Mientras en buena parte del mundo las personas tratan de volver a la normalidad prepandemia y, de a poco, van dejando por el camino algunas medidas como el uso del tapaboca, China va a contracorriente y parece vivir en 2020, cuando poco se sabía del virus y lo que primaba eran las estrategias que restringían las libertades y el aumento de los controles estatales.
Drones sobrevuelan los aires y robots recorren las calles con megáfonos. Los primeros supervisan a la población, los segundos dan órdenes. Las personas no pueden abandonar sus apartamentos. Deliveries van de un lado a otro con la comida. Así están algunas zonas de China, en el marco del régimen Covid Cero, luego de que en marzo arribara la variante ómicron a Shanghái y a Shenzhen; según relató a El Observador el exfutbolista uruguayo y ciudadano chino, Leonardo Jara. Se encuentra desde noviembre en el gigante asiático, aunque ya había vivido allí antes de la pandemia.
Jara trabaja para el Grupo Dragón, que se dedica a importaciones y exportaciones, con un local de venta de productos uruguayos. Una de sus tareas, por ejemplo, es recorrer escuelas y hablar sobre el deporte de Uruguay. También coordinó la creación del club de fans de Peñarol en China. Básicamente, su trabajo es promocionar al deporte uruguayo en China.
Desde marzo, las localidades vecinas de esas grandes ciudades estaban a la expectativa. Hace unos días Guangzhou, ciudad al lado de Shenzhen en la que vive Jara, comenzó a implementar medidas y espera, en función del avance en los casos, si deberá cerrarse totalmente o no. "Por ahora se puede andar en la vuelta", comentó.
Mientras tanto, durante una semana, los habitantes de Guangzhou deben hacer filas de diez cuadras y cuatro horas diariamente para hacerse un test, según relató el exfutbolista. Los hacen por la garganta, en lugar de por la nariz. "Acá todos cumplen a rajatabla", mencionó, refiriéndose al acatamiento de la población con las medidas dispuestas por las autoridades. Cuando el hisopado da negativo, la persona recibe el color verde en un código QR en una aplicación oficial.
Video que Jara le facilitó a El Observador; se ven las filas para los hisopados.
Hay tres colores. Rojo: la persona tiene covid y es llevada inmediatamente a un hospital. Naranja: el usuario estuvo en zonas de riesgo y no puede hacer ciertas actividades como ir al supermercado. Verde: el ciudadano dio negativo, no está en riesgo y cuenta con libertad, dentro de las restricciones que existen para todos.
Leonardo Jara confesó que eso es lo que lo tiene más nervioso. Un día fue al supermercado, abrió la aplicación y el código estaba naranja. No sabía qué hacer, pero no podía entrar. Entonces, decidió ponerse en contacto con el Grupo Dragón. Desde la empresa le explicaron los pasos a seguir.
Jara había vivido antes de 2019 en China pero nunca había estado desde que comenzó la pandemia. En noviembre de 2019 volvió al país, después de unas vacaciones que inició en finales de 2019 pero que, por la pandemia, se extendieron más allá de lo previsto. Cuando llegó al aeropuerto de Shanghái le hicieron tres hisopados. Uno en cada fosa nasal y otro en la garganta. Luego hizo 21 días de cuarentena, antes de arribar a su casa en Guangzhou.
Hasta el momento, Guangzhou venía bien, pero en los últimos días cambió el escenario y los casos comenzaron a aumentar. Sin embargo, y más allá de que están en aumento, la cantidad de nuevos contagios cada millón de habitantes en China es aun inferior a la que registra Uruguay en estos momentos, según el reporte de Our World in Data.
Este miércoles, Jara se hizo el quinto hisopado de la semana. Le quedan dos más. Al final del proceso en toda la sociedad, Guangzhou evaluará la situación y decidirá los siguientes pasos. Por ahora, la situación epidemiológica es buena. Sin embargo, un barrio de la ciudad está cerrado. En el resto, las personas pueden recorrer los espacios públicos, pero no pueden usar ómnibus, metros, taxis o bicicletas; tampoco concurrir a bares. Las escuelas primarias fueron cerradas.
Como una marea, los ciudadanos van y vienen por las veredas hacia y desde los puestos de hisopado.
Video que Jara le facilitó a El Observador; se ven las filas para los hisopados.
Cuando regresa del testeo, Jara está solo en su casa. Habla por WeChat, el servicio de mensajería chino, con sus compañeros de Grupo Dragón. Se mandan información y actualizaciones de otras ciudades. Mientras tanto, su familia sigue en Uruguay.
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