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Ejército incumple la ley de salas de lactancia materna
El Ejército Nacional incumple a sabiendas con la Ley de Salas de Lactancia Materna. A partir de la norma reglamentada en agosto del año pasado, todos los organismos públicos y privados en los que trabajen o estudien 20 o más mujeres, o trabajen 50 o más empleados, deben tener un espacio destinado exclusivamente para este propósito. El Ejército, sin embargo, no dispone de salas en todas las dependencias donde debería.
La institución tiene 86 instalaciones en todo el país y es, fundamentalmente, masculina: de los 15.000 efectivos que la integran, apenas 2.000 son mujeres. El vocero Julio Olivares reconoció que en varios centros del Ejército no hay salas de lactancia, a pesar de superar el mínimo de personas requeridas por la ley, pero no pudo precisar cuántos son. "Lo que sí tenemos son lugares destinados a tales efectos en la zona de la enfermería", señaló.
Olivares argumentó que el incumplimiento de la norma se debe a que "generalmente las madres no concurren con los niños" a los espacios de trabajo o estudio, por lo que Ejército "se adecua a cada caso" dependiendo de lo que la mujer "necesite".
"Si nosotros establecemos la sala de lactancia, estamos obligando a que la madre acuda con su niño. Nos parece más adecuado adaptar cada caso a las necesidades de la madre", expresó, y agregó que a las militares en etapa de lactancia se les da "el tiempo necesario para que concurran a dar de lactar y vuelvan a sus lugares de trabajo". En estos casos se cambian los horarios de las efectivas –ingresan antes, por ejemplo– para que puedan dar pecho a sus hijos, explicó Olivares.
Sin embargo, el propósito de la sala de lactancia no solo es que la madre pueda dar de mamar allí a su hijo. Estos espacios, como explica una publicación del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, también son un área "acondicionada para que las madres se extraigan leche y puedan conservarla adecuadamente".
Para asegurar que las condiciones sean propicias, la norma establece una serie de requisitos como un lavatorio con agua corriente con un dispensador de jabón y un sistema de secado de manos –dentro de la sala o a una distancia no mayor a 10 metros– y una heladera para conservar la leche extraída que se ubique a 20 centímetros del piso y con tomacorriente propio. A su vez, la ley indica que la sala debe estar alejada de lugares donde se manejen sustancias tóxicas o residuos.
El Ministerio de Salud es el encargado de llevar el registro de las salas de lactancia que se instalan tanto en organizaciones públicas como privadas, así como de asesorar a las empresas sobre su correcto mantenimiento. El Ministerio de Trabajo, en tanto, es el responsable de inspeccionar y sancionar a las instituciones que no cumplan con la ley. Sin embargo, el vocero del Ejército dijo que no le constaba haber recibido algún tipo de control o llamado de atención por parte de Trabajo, que debe multar en caso de constar el incumplimiento.
La magíster en nutrición Carolina De León, responsable del área Lactancia Materna del Ministerio de Salud, explicó que la Secretaría de Estado asesoró a 97 instituciones antes de que fuera reglamentada la ley. Las empresas deben registrarse a través del sitio web oficial, pero De León reconoció que hay un subregistro que "seguramente se explique porque no hay una fiscalización rutinaria específicamente sobre las salas de lactancia".
El Ministerio de Trabajo solo controla el cumplimiento de la ley cuando recibe una denuncia o cuando inspecciona las condiciones generales de trabajo. "Nosotros insistimos con que se hiciera una fiscalización particular y nos comprometimos a fiscalizar a las organizaciones que integran el Sistema Nacional Integrado de Salud", afirmó la magíster.
Por otra parte, De León señaló que "es preocupante" que el Ejército reserve un espacio en la enfermería para las mujeres que quieran extraerse leche materna, porque las condiciones higiénicas en estos espacios están lejos de ser las adecuadas.
