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El Angus en las manos de los futuros criadores
Los saberes de la cría han traspasado generaciones y el futuro de las cabañas Angus se está gestando en las manos de jóvenes que han mamado desde niños el amor por la raza y que, como legado familiar, han elegido trabajar entre bovinos negros y colorados.
Los protagonistas de estas historias se criaron en el campo, entre Angus a los que han sabido querer. El gusto por el mejoramiento genético y las exposiciones se ha compartido y el futuro de la cría se avizora en ellos.
A Victoria Pérez Pardavila siempre le gustaron los animales. Su padre trabajó en lechería y luego se inició en la cría de Angus. Años después, cuando surgió la posibilidad de comprar animales de una cabaña en liquidación, junto a Victoria fundó Rincón de Pardavila, cabaña familiar de Angus colorado.
En Rincón del Pino, en San José, comenzaron la cabaña en 2011 con genética argentina a la que luego sumaron sangre nacional, americana y canadiense. “El campo es un lugar que disfruto y quiero mucho”, contó la cabañera. Es arquitecta, tiene 31 años y si bien vive en Montevideo, cada vez que puede va al campo.
Su primera gran alegría con la raza fue en 2016 cuando expusieron al Gran Campeón en la Expo Prado. Eso los entusiasmó para seguir en el camino y con los años los galardones continuaron. Fuera de las premiaciones, Victoria elige la raza por su adaptabilidad. Lo que más destaca es la condición de madre, una raza “buena paridora y que cría de forma excelente a sus terneros”. En los últimos años la ha visto crecer mucho, basta solo ver el galpón de la Rural del Prado desbordado de animales para darse cuenta, resaltó.
La evolución genética le parece muy notoria, lo que hace a las pistas cada vez más competitivas.
Otro que conoce bien las pistas es José María Bentancur, un joven de 22 años que está convencido de continuar con la cabaña familiar.
En Costas de Maciel, en Flores, en la década de los años 50 se fundó El Pobrecito de Bentancur, una cabaña Angus que ya alcanzó a tres generaciones. José María, nieto del fundador, hoy instalado en Montevideo donde estudia veterinaria, recordó que nació “entre los negros” y afirmó que su deseo es seguir con el trabajo que corrió la sangre de su abuelo, su padre y tíos y hoy por la suya, la de su hermano y primos.
De chico, cada vez que podía iba al campo, lugar que siempre le gustó. Uno de sus primeros recuerdos entre los Angus es andar atrás de Oscar, el cabañero. Con el tiempo empezó a hacerse cargo de algunos animales y hoy una de las tareas que disfruta junto a su padre es la selección.
En 2012 entró a una pista de exposiciones por primera vez y en 2014 fue solo como cabañero a la exposición de Durazno. “Fue imponente, tenía 14 años y andaba con todos los bichos”, contó. Ahora entrar a pista es algo normal, luciendo los Angus y Brangus de la familia.
Lo que más le gusta de la raza es cómo se maneja en los campos con una rusticidad que destaca, una buena preñez, facilidad de parto y buenas cualidades carniceras.
También instalada en Montevideo, formándose para ser veterinaria, Luana Martigani contó que la cabaña La Acacia, ubicada en el paraje Santana, en Guichón, se fundó en el 2000, año en el que ella nació. Su abuelo, criador de Angus, comenzó con la cabaña y luego su padre se unió.
Para ella, criarse con animales tan mansos fue clave para involucrarse en este oficio que ha sido un legado familiar y que espera continuar mientras tenga las posibilidades de seguir ayudando.
Las exposiciones son una actividad que siempre disfrutó, tanto que según recordó, con ocho años a media mañana se quedaba dormida en los fardos de la Rural del Prado después de levantarse en la madrugada para acompañar a su padre a alimentar a los animales, para aprovechar el día desde cero.
En 2015, impulsada por él, fue la primera vez que entró a pista con unos ejemplares, actividad que luego continuó. Con los años ha ido aprendiendo mucho y con el gusto por el campo adquirido cuando tuvo que decidir qué estudiar supo que tenía que seguir por el camino de los animales.
La Acacia trabaja con Angus negro y colorado y para Luana lo que más se destaca en esos animales son sus características carniceras, adaptabilidad a los campos, rusticidad y capacidad de madres. “El Angus siempre va a criar a un buen ternero si la vaca puede aprovechar el campo que tiene”, resaltó.
En diferentes zonas del país en las manos de estos jóvenes, como en las de tantos otros que ayudan en los galpones, se está formando el futuro de la cría del Angus.
Anuario 2021 Angus
El Observador escribió esta nota en el marco de la publicación del Anuario Angus 2021 de la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus del Uruguay que se lanzó en la Expo Prado 2021. Los productores socios de Angus Uruguay y los sponsors pueden obtener el anuario en el stand de Angus Uruguay en la Rural del Prado.
En línea con el compromiso de Angus Uruguay de cuidar el medioambiente, el Anuario 2021 fue impreso totalmente en papel reciclado.
En el Anuario Angus 2021 se pueden encontrar diversos artículos que cuentan las actividades de la raza, mensajes del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos; el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Gonzalo Valdes; el presidente del Instituto Nacional de Carnes, Conrado Ferber; y el presidente de la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus del Uruguay, Diego Oribe. Además de información sobre los remates de la raza, el mercado ganadero y el sector agropecuario.
En el marco de la Expo Prado, la sociedad de criadores realizó el lanzamiento de los remates auspiciados de la raza. La agenda de ventas se puede consultar en el stand de Angus Uruguay.
