La escena ocurrió entre marzo y abril de 1984 en el centro de Montevideo. Roberto Ceruzzi y Álvaro Ahunchain esperaban en el edificio de Corporación Publicitaria (hoy Corporación Thompson) ubicado en Ejido entre Canelones y Soriano a quien sería su cliente por los próximos meses: Julio María Sanguinetti. Ya se conocían y habían tenido varias reuniones, pero la de ese día era clave. Debían terminar de definir los aspectos centrales de la campaña política del retorno a la democracia.
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