Apareció mojada, embarrada, en la casa de la vecina, Victoria Agüero, que —dice— la bañó, le cambió la ropa, le dio de comer y llamó a la policía.
Así se puso fin a seis días de desaparición de la menor y se comenzó a reconstruir una historia sin final, con cabos sueltos y contradicciones, como lo recogen medios argentinos este martes.
Abril fue buscada puerta a puerta en la zona de Punta Indio, en La Plata, a 150 kilómetros de la capital federal, por efectivos del Ministerio de Seguridad e Infantería de la provincia de Buenos Aires, policías comunales y montados, funcionarios de la prefectura y bomberos. Incluso se ofreció una recompensa de dos millones de pesos (unos US$ 16.0000) para quien aportara datos sobre su paradero, reporta Infobae
En una nota del diario La Nación, de Buenos Aires, se pregunta ¿dónde estuvo Abril Caballé durante una semana? ¿Por qué se niega a hablar con su madre, Magdalena Caballé?
Este, en todo caso, no es el primer episodio de este drama.
El mes de julio pasado por la intervención del juez de Paz Guillermo Fina y del Servicio Local de Protección de Derechos de Niñas y Adolescentes, la menor fue enviada a vivir con su abuela Laura Guerci en City Bell, en el partido de La Plata. Se informó de la diligencia en paralelo a otro juzgado donde cursa una denuncia por violencia familiar en el hogar de Abril.
Otro proceso, según apunta La Nación, estaría abierto en Córdoba, sin resolución.
Abril regresó a la casa de su madre, en Punta Indio, hace 10 días luego de haberse ordenado realizar un informe socioambiental sobre Magdalena Caballé, la mamá de Abril, que permitió restablecer el vínculo.
El miércoles pasado, ambas, madre e hija, estuvieron paseando por la playa El Pericón, principal balneario del denominado Parque Costero del Sur, y cuando iniciaban el regreso, la pequeña se separó de la madre para buscar una muñeca. Y desapareció. Hasta esta mañana.
Agüero, la vecina que la recogió y llamó a la policía, había denunciado también meses atrás a la madre de Abril por abandono y maltrato a la menor y a su hermana, más chica, África. Con su pareja, Emanuel Rivarola, habían incluso solicitado la guarda de la niña pero les fue negada.
Ambos fueron interrogados por la justicia. El fiscal platense Juan Menucci, que interviene en la causa abierta el miércoles pasado por la averiguación de paradero de Abril, ordenó la tarde del lunes detener a Rivarola, por inconsistencias en su relato.
Otra vecina, entrevistada por un canal de televisión, arrojó la sospecha. Los Rivarola Agüero, o viceversa, habrían ayudado "a la desaparición" de Abril, que tras la intensa búsqueda apareció al lado de la casa de su madre.
Sobre Magdalena se tejen historias de drogas y de "hábitos extraños", como lo consigno el juez Fina; el padre nunca aparece en esta historia y Abril es ahora atendida por los órganos de protección de menores que, en principio, la hallaron en buenas condiciones de salud aunque será sometida a más pruebas en La Plata.
La pequeña se niega a hablar con su madre.
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