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El ejemplo sobre el precio del aceite y la visión sobre la desindexación en el acto del PIT-CNT
En el acto virtual con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, el PIT-CNT pasó un mensaje de cara a la próxima ronda de negociación colectiva que comenzará en julio.
Entre una extensa lista de reclamos al gobierno, en la segunda parte de la oratoria se hizo mención al tema salarial. Aunque no se entró demasiado en detalles -al igual que en el resto de los temas de la proclama- si quedó claro cuál será el posicionamiento de la central sindical en el corto plazo.
“Los trabajadores no estamos dispuestos a perder salario, y la desindexación salarial es para nosotros mala palabra. Dicho de otra forma, la compañera, la vecina que va al almacén, que por lo general le pone el pienso al qué se come hoy en esta casa lo sabe muy bien: hace un mes un litro de aceita valía $ 70, hoy vale $125”, afirmó la dirigente del Sindicato Único de la Aguja, Flor de Liz Feijoo. Y de inmediato añadió que el Poder Ejecutivo “debe honrar su compromiso” de que el crecimiento de la economía “acompañe una recuperación del salario real”.
Al margen del ejemplo utilizado, lo que el PIT-CNT quiso dejar claro es que aspira a que los ajustes de la próxima pauta oficial de negociación contemplen el 100% de la inflación. Y que al mismo tiempo se defina cómo se irá recuperando en el menor tiempo posible el salario perdido en el período puente, si es que la economía crece en 2021 como proyectan analistas y gobierno.
La última fórmula que presentó el Poder Ejecutivo en 2020 a poco de comenzada la pandemia había seguido la línea de ajustes nominales que ya se habían visto durante la administración del Frente Amplio, pero introdujo cambios respecto al correctivo final.
La letra de los acuerdos vigentes dice que en julio de este año y una vez terminado el período puente, se aplique un correctivo final, equivalente a la inflación del año móvil, menos el aumento salarial otorgado en el período y la caída del PIB.
Esa fórmula aseguró de entrada una pérdida de poder adquisitivo que termina siendo mayor a lo inicialmente estimado en la medida que la actividad se contrajo el doble de lo esperado. Hoy todo indica que no habrá correctivo alguno al final del período puente en el sector privado.
El Poder Ejecutivo definirá en las próximas semanas cuáles serán los lineamientos base de la novena ronda de negociación colectiva, es decir cómo serán los ajustes, qué tipo de acuerdos se promoverán, y si habrá o no diferencias entre sectores tomando en cuenta la gran heterogeneidad que hoy existe en los niveles de actividad.
Lo que sí se sabe es que esa pauta irá en línea con la trayectoria bajista que se espera para la inflación durante este y el próximo año. “Decididamente tenemos que tener salarios que aumenten acorde a lo que se espera de la inflación”, había dicho semanas atrás a El Observador la subsecretaria de Economía y Finanzas, Marcela Bensión.
La jerarca también reconoció que existe un compromiso de recuperación salarial a partir de 2022, pero también colocó encima de la mesa el tema empleo. “Básicamente ese compromiso está. Lo que va a haber que sopesar es en qué medida esa recuperación tracciona o impide traccionar la variable empleo que entendemos que es la más crítica en este momento”, afirmó.
Por su parte, el economista y socio de CPA Ferrere, Gabriel Oddone, afirmó semanas atrás en una conferencia organizada por la Universidad Católica, que la nueva ronda salarial plantea el dilema entra la recuperación salarial versus la desinflación. Y, por otro lado, cómo hacer para aumentar salario en un contexto de desempleo elevado.
