En el mercado laboral uruguayo se destruyeron cerca de 10.000 puestos de trabajo netos en el promedio de 2018. La caída representa el doble que la del año anterior. De esta manera, la economía uruguaya acumula cuatro años consecutivos de reducción en el número de ocupados. De todas maneras, el dato del último trimestre muestra cierta tendencia de los números a estabilizarse. En los hechos, si se compara con igual trimestre de 2017 pasado, la tasa de ocupación de la economía uruguaya es la misma.
Según los datos difundidos este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de empleo de la economía uruguaya se ubicó en 57,2% de la población en edad de trabajar en el promedio del último año. De esta manera, el indicador se redujo en siete décimas de punto respecto al promedio de 2017 y acumula una caída de 3,2 puntos en comparación con el máximo de 2014.
Llevado a número de personas ocupadas, la caída del último año implicó una reducción de 9.700. En los últimos cuatro años, la pérdida de puestos de trabajos netos alcanzó los 47.100 cuando se comparan promedios anuales. Esto último implica que por cada 35 uruguayos que en 2014 estaban ocupados hoy hay uno que perdió su empleo.
La tasa de desocupación, que mide el porcentaje de uruguayos económicamente activos –que tienen o buscan empleo– que no consiguen insertarse en el mercado laboral pasó de 7,9% en el promedio de 2017 a 8,3% en la media del último año.
El indicador de desempleo lleva una trayectoria de deterioro más larga que la de la ocupación. Los datos anuales muestran que la tasa de desempleo viene en aumento desde que en 2011 alcanzó un mínimo de 6,3% de la población económicamente activa. Ese año correspondió también a un pico de empleo en la economía uruguaya que no logró confirmarse en 2012, con 60,7% de la población en edad de trabajar ocupada.
Los indicadores del mercado laboral no son buenos para analizar la trayectoria del empleo y la desocupación en el muy corto plazo. La encuesta sobre la cual se elaboran los datos está sujeta a un margen de error que impide apreciar los cambios lentos que se producen en el mercado laboral de un mes a otro e incluso de un trimestre a otro. El instrumento es más potente cuando se estudian períodos largos, como un año.
Sin embargo, los datos del último trimestre muestran primeros indicios de mejora en el indicador. En el promedio de octubre-diciembre del último año, la tasa de ocupación se ubicó en 58,1% de la población en edad de trabajar. Este nivel está por encima del promedio de 57,2% de todo 2018 y en iguales registros que el diciembre del año anterior.
Dada la evolución de la población en edad de trabajar, eso implicó que en el último trimestre del año había 10.000 uruguayos empleados más que en igual período de 2017.
Si bien los datos están sujetos a la volatilidad de los indicadores laborales –por ejemplo, la Encuesta Continua de Hogares arrojó en octubre una tasa de desempleo de 8,6% en octubre, se redujo drásticamente a 7,4% en noviembre y volvió a retomar niveles previos en 8,4% en diciembre–, los últimos datos sugieren cierta tendencia a la estabilización o incluso a una leve recuperación del mercado laboral.
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